El vestuario del Real Mallorca ha celebrado por todo lo alto la victoria ante el Rayo Vallecano, que unida al empate del Cádiz, permite a los bermellones depender de sí mismos en la última jornada del campeonato liguero. El grito del técnico de los rojillos, Javier Aguirre, a su llegada a la caseta ha supuesto una explosión de alegría entre los integrantes del equipo, que se ha liberado después de más de noventa minutos de tensión que han tenido el mejor desenlace gracias al gol de Abdón Prats.
El agónico triunfo del conjunto mallorquinista bien merecía una alegría como lo que ha transmitido el técnico mexicano a los suyos. Tanto el vestuario como el técnico tenían muy presente el descalabro sufrido ante el Granada hace apenas una semana en un choque que tenían marcado en rojo para acercarse a la salvación, por lo que los tres puntos ante el Rayo han tenido un sabor muy especial. El Mallorca disputará la última jornada ante Osasuna, que ya está salvado y tiene suficiente con lograr el mismo resultado que los andaluces para seguir una temporada más en Primera División.
La posibilidad de depender de sí mismo es el gran éxito del Mallorca tras la penúltima jornada, tal como ha manifestado el propio Javier Aguirre, que ha sido uno de los principales animadores de un festejo que tuvo en Abdón Prats a su principal protagonista con otro gol salvador. En cualquier caso, aún falta la última jornada y será entonces cuando la celebración de los bermellones podrá ser completa. El de este domingo ha sido un primer paso para lograr la ansiada permanencia, pero falta redondear la temporada y celebrar una fiesta a la altura.