Unos mil quinientos aficionados han recibido este domingo al autocar del Real Mallorca a su llegada al estadio de Son Moix, donde el equipo de Javier Aguirre disputa un trascendental partido por la permanencia en Primera División que además será el último de la temporada en casa. Buena parte de las opciones de salvación pasan por el partido de este domingo en el que los bermellones pueden alimentar sus opciones de permanencia en la máxima categoría y los seguidores mallorquinistas han querido arropar a los suyos.
El recibimiento al Mallorca, que llegaba al campo directamente desde el hotel Saratoga, en el que ha permanecido concentrado durante las últimas horas, no ha sido tan multitudinario ni colorido como el de la semana pasada para el encuentro frente al Granada, pero tanto la plantilla como el cuerpo técnico han podido notar el aliento de una hinchada que intentará darle un último empujón a su equipo sin perder detalle de lo que ocurra en el partido del Nuevo Mirandilla entre el Cádiz y el Real Madrid. Solo unos minutos antes de que el Mallorca se adentrara en las entrañas de Son Moix llegaba el Rayo Vallecano. Los madrileños, sin nada en juego, pueden ser unos de los jueces de la salvación.