El entrenador del Real Mallorca, Javier Aguirre, ha analizado este viernes el partido de su equipo contra el Atlético de Madrid, uno de los ocho que decidirán el futuro en Primera del club en este último tramo de la temporada. El mexicano sabe que al conjunto balear le espera este sábado (Son Moix, 16.15 horas) una prueba durísima, pero confía en el bloque con el que lleva ya unas semanas trabajando. «Es un gran rival y habrá que tener precauciones, pero tenemos que ganar. No podemos pensar solo en defender. Estamos capacitados para jugar bien y ganar partidos», recuerda en la antesala de una cita en la que no podrá contar con el sancionado Franco Russo ni con Salva Sevilla, que arrastra una pequeña molestia muscular.
Aguirre asegura que la plantilla bermellona ha superado el golpe que recibió la semana pasada en Getafe y quiere aprovechar todas las balas que le ofrece el calendario. «Estamos bien, perfectos para enfrentarnos a un gran equipo y darle una alegría a la afición. Nuestro animómetro va subiendo, como la gasolina. Estaríamos mejor con un puntito más, pero el equipo está con ganas», afirma. «Es el momento de estar todos a una. Nos quedan ocho vidas y no podemos desperdiciar ninguna». El de este sábado, además, será el primer partido del preparador bermellón en Son Moix, un escenario en el que siempre había actuado como visitante. «Me hace mucha ilusión mi primer partido en casa, tengo muchas ganas. Necesitamos a la afición, es la clave».
Aguirre no cree que el Atlético vaya a rebajar su intensidad habitual por jugarse la semana que viene su futuro en la Champions contra el Manchester City y no desvela cómo tiene pensado recibir al cuadro colchonero, aunque sí tiene claro aquello en lo que no debería ahorrar el Mallorca. «Somos un equipo que se está jugando el descenso. Si no hay intensidad, apaga y vámonos. Intensidad y concentración es lo mínimo que hay que pedirle a un profesional. Lo mínimo que podemos hacer por el apoyo es que se vayan orgullosos», recuerda. Sobre sus planes, no deja una sola pista: «El esquema de Aguirre es ganar como sea».
El entrenador del Mallorca espera un encuentro apretado contra el Atlético. «No será un partido de muchos goles pero las que tengamos habrá que meterlas», reconoce. A su vez, aparca la polémica arbitral tras lo sucedido con Mateu Lahoz en el Coliseum. «Llevo 46 años en el negocio y no me escucharás decir nada de los árbitros. Yo voy a lo mío y no sé ni quién nos pita. No tengo interés en ello ni me quita el sueño».