El Real Mallorca salvó un punto tras empatar a cero goles ante el Celta de Vigo en un encuentro marcado por el viento y también por una portentosa intervención de Manolo Reina, que en los últimos minutos tuvo hasta tres intervenciones decisivas con un rival volcado con el viento a favor y tratando de fusilar desde cualquier posición al guardameta bermellón. El Mallorca suma 20 puntos y tiene ya medio camino recorrido hacia la permanencia.
La crónica del partido y en especial de la primera parte la escribió el viento. El peor enemigo del balón, que aliado con el invisible elemento se vuelve más caprichoso, más desconcertante. Ayer iba y venía sin cumplir una sola orden, volaba sin rumbo, despegaba y aterrizaba sin avisar de sus intenciones. El viento ayer lo condicionó todo. Los intentos, los deseos, la seguridad de los pases y de las acciones. Condicionó la fe en el acierto, la toma de decisiones y la seguridad de los actos. Impedía la precisión. El de ayer fue uno de esos envites de moneda al aire, ese fútbol de patio de colegio, de verlas venir, de intuición por encima de todo. Ni la calidad ni el talento estaban ayer al servicio del fútbol, era imposible que el sentido común se impusiera sobre el desconcierto y el caos.
El arranque fue accidentado por tres motivos fundamentales y curiosamente ninguno por culpa del viento. Santi Mina recibió dos golpes en la cabeza, el segundo un balonazo, que le obligó a dejar el campo. El primero fue un encontronazo con Russo. Entre las dos acciones estuvo casi seis minutos el juego detenido. Después el árbitro se lió con el cable del aparato por el que recibe mensajes. Más de dos minutos otra vez el crono a cero. Y así, entre soplido y soplido y entre interrupción e interrupción, el encuentro iba transcurriendo sin que se atisbara posibilidad de jugar al fútbol.
El Celta tenía el viento en contra y por lo tanto los problemas para salir con el balón eran enormes. Se defendía como podía. El Mallorca, consciente de que tenía que inclinar el campo a su favor al tener viento de cola intentaba llegar a las inmediaciones de Dituro, pero no podía dar continuidad a sus intenciones. No es una crítica hacia los jugadores del Mallorca que ayer hacían lo que buenamente podían. Lo de ayer no fue un partido, fue un ejercicio de resistencia.
Solo dos idsparos de Dani Rodríguez desde la frontal resumieron las intentonas de los baleares. Curiosamente, la acción más peligrosa de gol fue para el Celta a los 43 minutos. Un tiro de falta llegó al corazón del área y ahí Galhardo disparó sin pensárselo mucho y Reina evitó el tanto mandando el balón a corner. El portero sostenía a su equipo en el marcador con esta intervención. Ocho minutos más de tiempo añadido dieron paso al descanso. En el segundo periodo el viento jugaría en contra de los mallorquinistas y eso era un problema. Dio la sensación que el soplido no tenía la intensidad tan notable como antes del intermedio, pero aún así era molesto y además era más un deseo casi que una realidad. En el primer acto nadie brilló porque sencillamente no se podía brillar. Ni Kang In Lee con toda su intención ni Abdón con las ganas que le pone, podían vencer al enemigo invisible.
El Mallorca trataba de adaptarse a la nueva realidad, ahora con el viento en contra, y lo hizo bien. El primer acercamiento fue un corner forzado entre Kang In y Abdón. Poco después fue un disparo de falta lejano del coreano que forzó otro saque de esquina. El equipo rojillo buscaba ser en estos primeros instantes de la reanudación protagonista del partido. Y la tuvo Maffeo en el lanzamiento del corner por parte del coreano. El lateral se encontró el balón demasiado encima en el segundo palo. Era el tercer aviso por parte de los rojillos. Pero el Celta se fue acomodando a las turbulencias y llegaba poco, pero con cierta intención. Brais Mendez trató de cruzar desde la frontal del área y la pelota salió cerca del poste.
El problema era Gallardo, que entraba en exceso en juego inquietando más de la cuenta. Ángel entró al terreno de juego por Abdón y al poco de estar en el campo trató de sorprender de chilena. Su acrobático remate lo detuvo el portero bien situado. Reina volvió a ser decisvio al rechazar un balón de Gallardo a bocajarro y libre de marca. El corner lo remató Tapia y de nuevo Reina atajó el balón. El malagueño sostenía al Mallorca. Y lo sostuvo hasta el final porque Nolito la tuvo en un dsparo desde el punto de penalti y de nuevo Reina la salvó, como la salvó al final a disparo de Brais Mendes. El malagueño salvó al equipo de la derrota en la recta finfal de un partido invisible.
Ficha técnica:
0 - Mallorca: Reina; Maffeo, Valjent, Raillo, Costa; Antonio Sánchez (Kubo, m.69), Battaglia, Ruiz de Galarreta (Sedlar, m.89), Dani Rodríguez; Kang-in Lee (Niño, m.90) y Abdón Prats (Ángel, min. 55).
0 - Celta de Vigo: Dituro; Kevin Vázquez, Aidoo, Araújo, Javi Galán; Tapia; Beltrán, Denis Suárez (Nolito, min. 72), Cervi; Brais Méndez y Santi Mina (Thiago Galhardo, min. 18).
Árbitro: Díaz de Mera (C. Castilla-La Mancha). Amonestó a Jaume Costa (min. 42), Dani Rodríguez (min. 79) y Ruiz de Galarreta (min. 82), del Mallorca; a Kevin (min. 45) y a Denis Suárez (min. 89, en el banquillo), del Celta.
Incidencias: Partido correspondiente a la decimoséptima jornada de LaLiga disputado en el Visit Mallorca Estadi ante 10.655 espectadores.