San Mamés podría ser escenario este sábado del estreno de la conexión asiática que forman el japonés Take Kubo y el coreano Kang In Lee. El primero, que está viviendo su segunda etapa en la isla, ha intervenido en los tres encuentros ligueros -en los dos últimos como titular-, mientras que el segundo, que firmó el penúltimo día del cierre de mercado, está preparado para abrir su nueva etapa en el Mallorca después de tres temporadas (62 partidos y 3 goles en Primera) en el Valencia.
Kang In Lee está llamando la atención en los entrenamientos. Ha llegado con ganas y está dispuesto a romper la puerta de la titularidad. Su calidad es incuestionable -mejor jugador del Mundial sub'20 hace dos años- y quiere ponerle las cosas difíciles a Luis García Plaza desde el arranque. El técnico madrileño está apostando por Kubo, Dani Rodríguez y Jordi Mboula, por detrás del 9 (Fer Niño), y Kang quiere mover del árbol y hacerse con un hueco en la pizarra de LGP.
La expectación que se ha generado en el fútbol asiático por esta dupla es enorme. Tanto Kubo como Kang son iconos mediáticos en sus respectivos países y arrastran legión de seguidores en dos naciones especialmente mitómanas. Al margen de cuestiones extradeportivas, Kang y Kubo pueden ofrecerle al Mallorca una cantidad notable de alternativas por las orillas. Son futbolistas verticales, capaces de inventar pases terminales y de sacar al equipo balear del pozo cuando la situación lo requiera. La oportunidad de fichar al coreano surgió casi de repente y ni el club ni Luis García Plaza se lo pensaron. En los entrenamientos, en el día a día, está dejando detalles de crack. Sus ganas de creces también están siendo muy valoradas por el entrenador madrileño, aunque será el césped el que, como siempre dicte sentencia.
El probable estreno de la conexión asiática llegaría en un escenario inhóspito para los intereses bermellones en los últimos tiempos. De hecho, para encontrar la última victoria del Mallorca en Bilbao cabe remontarse más de una década; en concreto el 2 de mayo de 2010 en el antiguo San Mamés, cuando la escuadra entonces dirigida por Gregorio Manzano se impuso al Athletic Club de Joaquín Caparrós (1-3) gracias a los goles del Chori Castro, Nunes y Aduriz. Fernando Llorente anotó el tanto del equipo vasco. Desde entonces, el Mallorca ha perdido en las cinco ocasiones (una de ellas en la Copa del Rey) que ha visitado La Catedral.
El Mallorca llegará al duelo con cicatrices de las últimas refriegas. Aunque todavía no están descartados al cien por cien, la presencia de Antonio Raíllo yFranco Russo apenas se contempla en la pizarra de LGP. El técnico deberá apostar por Martin Valjent -que regresó a la isla sin disputar (de nuevo) ningún minuto en los compromisos internacionales de Eslovaquia- y Aleksandr Sedlar.
El serbio, que apenas logró dos victorias en sus primeros once encuentros como titular, mantiene ahora una racha notable de once partidos consecutivos sin doblar la rodilla desde que sale en el equipo titular. Luis García Plaza, que el curso pasado le utilizaba más como pivote defensivo, ya le cambió de registro este pasado verano para adaptarle a la posición de central si las circunstancias, como en este caso, le obligaban a ello. El preparador madrileño siempre ha ensalzado la labor de un tipo que asume su rol de suplente con profesionalidad y que ha mejorado de forma notable su rendimiento.
En la sala de máquinas, el ghanés Iddrisu Baba se antoja como básico mientras que para la otra plaza se han alternado Salva Sevilla y Ruiz de Galarreta, un futbolista que regresa a la entidad en la que se formó para medirse al equipo en el que debutó en Primera de forma efímera hace casi una década de la mano de Marcelo Bielsa.
Después del parón por los compromisos internacionales, el Mallorca arrancará mañana en San Mamés una maratón que tendrá continuidad ante el Villarreal y en el renovado Santiago Bernabéu el miércoles día 22.
Kubo, testigo en el debut de Ki
El japonés Take Kubo vuelve a coincidir con un coreano en el vestuario del RealMallorca. En su anterior etapa en la Isla, hace dos campañas, el futbolista nipón compartió escenario con Ki Sung Yueng, que llegó con la carta de libertad bajo el brazo una vez rebasado el mercado de invierno. Pero la aventura de Ki en la Isla fue efímera. De hecho solo participó en un encuentro, fue en Eibar en el último partido antes del aplazamiento del campeonato por la pandemia del coronavirus. El coreano pisó el césped de Ipurua en el minuto 81 en sustitución precisamente de Take Kubo. Fue la primera y última presencia del futbolista nacido en Gwangju con la camiseta del Real Mallorca.