Una vez más Vallecas se cruza en el camino del Real Mallorca. Lejos quedan esos enfrentamientos de la década de los 90 cuando ambos equipos se enfrentaron en dos ocasiones consecutivas en el playoff de ascenso a Primera. En una edición tocó morder el polvo, pero en la otra el equipo rojillo salió victorioso. Con el paso del tiempo ese campo fue siempre un lugar donde los sueños se cumplieron, pero también donde se sufrió mucho en encuentros de alto voltaje cargados de tensión. Eran partidos a cara o cruz. Este sábado volverán a verse las caras los dos equipos y si bien no es una final, lo cierto es que el choque es muy importante sobre todo tras el triunfo de los madrileños en Anduva el pasado martes. Ahora el Rayo es cuarto con 37 puntos, a cinco de los mallorquinistas que siguen ocupando zona de ascenso directo con 42.
No hace falta hacer mucha cuentas. Si el Mallorca gana deja muy tocado a los de Vallecas, pero en caso contrario el Rayo se metería de lleno en la lucha por desbancar al conjunto de García Plaza quedándose a dos puntos de los baleares y con el golaverage a favor. Ahí radica por lo tanto el interés del encuentro en la Avenida de Payaso Fofó. El Rayo ha sido uno de los tres equipos que ha conseguido doblegar a los baleares. El equipo madrileño de los últimos diez partidos de Liga ha ganado seis, empatado tres y perdido uno. Además de seguir vivo en la Copa del Rey.
El Rayo ha ido creciendo poco a poco a medida que ha ido transcurriendo el campeonato y en estos momentos es un claro candidato a luchar por el ascenso porque el bloque funciona y si agarra regularidad creará problemas seguro.
Ahora bien, el Mallorca lleva camino recorrido, lo ha hecho muy bien durante la primera vuelta y salvo estos últimos tres partidos los futbolistas se merecen un voto de confianza enorme.
Así lo hizo saber Luis García Plaza en una de las últimas ruedas de prensa cuando analizó la derrota ante Las Palmas. El entrenador entiende que estos últimos partidos se han producido unos desajustes que no han permitido ganar, al margen de que ante el Fuenlabrada se dio una circunstancia arbitral muy desfavorable. Pero más allá de las lagunas presentadas, el equipo siempre ha tratado de reaccionar. Ante Las Palmas tras firmar una primera parte poco o nada convincente, volvió a dar un paso adelante tras el descanso y trató de reaccionar para no perder el encuentro. No pudo ser y cerró una fase de malos resultados que le llevaron a sumar un punto en tres partidos. Unos registros desconocidos para un equipo que en la primera vuelta solo encadenaba victorias y empates.
El partido ante el Rayo será el primero de una fase que le llevará hasta final de febrero con partidos muy comprometidos. Tras jugar en Vallecas, quien visitará el estadio de Son Moix será el Girona, otro de los equipos que buscan también meterse en la lucha por la promoción. El calendario ofrecerá una mínima tregua en la visita al Albacete, colista de la clasificación y al que las cosas no le salen de ninguna forma esta temporada. A partir de ahí Palma será escenario de dos encuentros claves para el futuro: Espanyol y Almería.
El conjunto de Vicente Moreno va lanzado esta temporada y para ellos será también un partido fundamental. El Almería es el equipo que está demostrando un potencial enorme, pero también es cierto que no pudo con el Mallorca. Los de García Plaza dieron un gran golpe al ganar por la mínima en el choque de ida por cero a uno. El calendario entra en una fase trascendental.