La continuidad de Maheta Molango como consejero delegado del Real Mallorca es hoy por hoy una incógnita. El ejecutivo termina contrato a final de temporada con el club balear y la propiedad aún no se ha definido respecto a su situación más allá del 30 de junio.
No ha trascendido que durante estos últimos meses se haya ampliado el contrato de Molango, si bien el consejo de administración del Real Mallorca no suele informar de ningún movimiento interno salvo cuando son hechos consumados y se publican en los soportes oficiales.
Planificación y marketing
Durante esta temporada el CEO del Mallorca, además de ser parte directa en la planificación deportiva, ha intensificado su participación en el área de marketing abriendo nuevos mercados con Asia a raíz de la cesión de Take Kubo.
La propiedad del club desde su llegada a la Isla ha confiado en Molango desde el minuto uno. Incluso el descenso a Segunda División B no fue motivo para que los accionistas decidieran prescindir de sus servicios. Todo lo contrario, su posición fue reforzada y edificó junto a Javi Recio el equipo que desde Segunda División B regresó en dos años a Primera División.
Ahora llega el momento de tomar decisiones respecto a su continuidad, si bien la delicada situación deportiva invita a mantener el pulso en lo que sucede en el campo y desviar lo menos posible la atención.
Durante estas dos últimas temporadas los resultados favorables han justificado los medios por los que se logró el doble ascenso y que requirió de un enorme desembolso económico. Sin embargo, ahora vuelve a vivirse una situación difícil tras un mercado de invierno en el que no da la sensación de que se hayan cubierto las expectativas.
Molango ha insistido en la mayoría de intervenciones que el límite salarial es un hándicap terrible para la entidad y precisamente los movimientos que ha llevado a cabo el CEO en Asia han ido destinados a tratar de dotar de mayor margen de gasto para a su vez potenciar al equipo con vistas a esta segunda vuelta.
La gestión del consejero delegado ha estado marcada por las sombras del descenso y las luces del doble éxito que supuso regresar a Primera, circunstancia que también tendría que suponer un espaldarazo hacia su gestión y por lo tanto la continuidad al frente del cargo más importante en el consejo de administración.
Pero por ahora no hay nada seguro, ni su continuidad ni tampoco su marcha y la incógnita se mantiene cuando se entra en una fase del curso donde hay que mirar al futuro sin olvidar el inmediato presente.
Compromiso
La gestión de Sarver y Andy Kohlberg, según se desprende de sus propias declaraciones, es mantenerse en el Mallorca a largo plazo y tras desembarcar en el club en enero de 2016 su inversión a través de ampliaciones de capital —34 millones— más el precio de la compra del club propiamente dicho obliga a seguir en Primera para equilibrar las cuentas y evitar acudir por norma a más ampliaciones. ¿Seguirá confiando la propiedad en la gestión de Molango? El tiempo pasa y no habrá que esperar mucho para conocer la respuesta final.