La eliminatoria y el ascenso se complican para el Real Mallorca después de la derrota en Riazor ante el Deportivo por dos goles a cero. Además del golpe moral, el equipo sufrió también la pérdida de Pedraza, expulsado por una dura entrada a Bergantiños poco antes del descanso. Todo giró en contra de un Mallorca que encajaba el primer tanto en el minuto 37 y que ya en la segunda veía cómo un gol con suspense cerraba el partido, que no la eliminatoria. Está muy difícil, pero no imposible.
La primera parte fue tomando velocidad a las primeras de cambio. Conscientes de la importancia de los goles en esta eliminatoria ambos equipos invirtieron los primeros minutos en tratar de avanzarse en el marcador. Lo hicieron casi a tumba abierta, arriesgando en defensa y tratando de inclinar cada uno el campo a su favor.
Quien mejor entendió el partido en los primeros minutos fue el Mallorca, que conseguía retener la pelota lejos de su área y por momento se sacó la presión del Deportivo. El equipo balear no se arrugaba, tenía descaro, llegaba y ejercía un presión alta que en los primeros quince minutos de partido obligó incluso al conjunto gallego a dar un paso atrás. Pero desquitado el equipo local de la ansiedad inicial, empezó a activarse en el partido y de un arreón se sacó la mejor oportunidad al cuarto de hora en un disparo de Carlos Fernández al borde del área pequeña que sin nadie que le estorbara, envió el balón fuera.
Era un aviso serio, el primero. Llegó el momento de partido en el que el Deportivo se hacía con el control y el juego y obligaba al cuadro balear a dar un paso atrás, a ir arrinconándose hacia su propio campo. Fede y Bóveda por la derecha y Pedro por la izquierda obligaban a los de Moreno a trabajar en defensa y prácticamente ahí centraron su labor hasta que en el minuto 33 se acercaron a la meta de Dani Giménez y con peligro de gol. Salva botó un corner muy a su estilo, con seguridad, dirigiendo el balón a la cabeza de Raíllo. Su remate salió fuera por poco. A partir de ahí el encuentro se envenenó y el Deportivo pasó a mandar. Machacaba el equipo blanquiazul el costado de Estupiñán y en esas forzó una falta cerca de la lateral del área que Fede Cartabia lanzó a gol por el palo corto. 1-0.
Después el partido se rompió. Una falta a destiempo de Pedraza y que acabó con Bergantiños en el hospital le costó la expulsión al mallorquinista. El partido se ponía muy cuesta arriba. Quedaba todo el segundo tiempo. Tras el descanso Moreno movió el banquillo y trató de dar solidez a la zona ancha con Baba retirando a Luis Suárez. Está claro que el primer asalto se había complicado.
En la segunda terminó de complicarse todo. El equipo balear centró todos sus esfuerzos a tratar de no encajar goles y defenderse con un hombre menos. Tarde o temprano eso debía pasar factura y la pasó. Superado el minuto 80 llegó el tanto de Quique en una acción con suspenso porque el colegiado señaló gol tras consultar con su asistente. Los jugadores del Mallorca pidieron juego peligroso, pero el árbitro señaló gol. Al final dos a cero y la eliminatoria complicada. No está cerrada, pero obligará a los mallorquinistas a hacer un partido perfecto para conseguir ascender a Primera. El jueves se perdió una guerra, pero la batalla final será el domingo.
Ficha técnica:
Deportivo: Dani Giménez; Bóveda, Duarte, Somma (David Simón, min.47+), Saúl; Fede Cartabia (Borja Valle, min.83), Bergantiños (Vicente Gómez, min.43), Edu Expósito, Pedro Sánchez; Carlos Fernández y Quique González.
Goles: 1-0, min.37: Cartabia. 2-0, min.81: Quique González.
Árbitro: Trujillo Suárez, del Comité Tinerfeño. Expulsó con roja directa a Pedraza (min.41), del Mallorca. Además, mostró amarilla a Edu Expósito (min.48+) y Pedro Sánchez (min.65), del Deportivo; y a Xisco Campos (min.48+), Sastre (min.48+), Leo Suárez (min.48+), Lago Junior (min.54), Reina (min.80) y Raíllo (min.92), del Mallorca.
Incidencias: Partido de la ida de la eliminatoria final de la promoción de ascenso disputado en el Estadio Abanca-Riazor ante 29.363 aficionados.