El entrenador del Real Mallorca, Javier Olaizola, ha afirmado este viernes que entiende el nerviosismo presente en parte de los aficionados del conjunto bermellón, con el equipo en puesto de descenso, pero que a él -«que llevo 25 años aquí»- nadie le va a dar «clases de mallorquinismo». El técnico, que el pasado miércoles tuvo un 'rifirafe' con unos aficionados a la salida del entrenamiento cuando éstos increpaban a Héctor Yuste y Javier Cabrero, ha dicho que intervino porque su obligación es «defender a mis jugadores».
«Llevo 25 años aquí y nadie me va a dar clases de mallorquinismo. Entiendo a los aficionados, esta situación cansa», ha dicho Javier Olaizola durante la rueda celebrada este viernes en las dependencias del club palmesano.
El técnico ha dejado claro, con respecto al incidente del miércoles, que «mi obligación era defender a mis jugadores, que cada día se dejan la vida», así como «por todo aquel que se deja la vida por el Mallorca, ya sean jugadores, empleados o aficionados».
Olaizola ha pedido unidad a los aficionados bermellones para poder sacar la situación adelante. «Siempre he defendido a la afición. Si estamos unidos lograremos grandes cosas y si no lo hacemos nos destruiremos». «No noto a la afición dividida. Estoy tranquilo, lo del otro día es un hecho aislado de gente a la que tengo aprecio», ha aclarado.
Respecto a la situación del equipo en la clasificación, el entrenado vasco ha afirma que él se siente «motivadísimo, con la fuerza intacta».
El rival del Mallorca este sábado (20.30 horas) en Son Moix será el Levante, líder de Segunda División. Olaizola ha explicado que los jugadores están motivados ante la magnitud del choque, lo que se ha reflejado en el trabajo de la semana.
«Volvemos a tener un partido importantísimo, una final porque nuestra situación es muy delicada» y, a pesar de que el rival sea el líder, «saldremos como siempre a ganar», ha sentenciado Javier Olaizola.