Fútbol es fútbol y Javier Clemente es Javier Clemente. El exseleccionador nacional, ahora técnico del combinado de Libia, descansa unos días en el Predio de Pula. Entre Artà y Son Servera el entrenador se refugia en el golf durante unos días y entre partida y partida atiende a Ultima Hora para repasar su intensa y por momentos convulsa etapa al frene de España. Con esa mirada curiosa que le caracteriza, Clemente escucha la pregunta, piensa rápido y dispara. No se muerde la lengua. Nunca lo ha hecho. Nunca lo hará. Es Clemente en estado puro.
—¿Qué le dice la cifra 34.451?
—Ahora mismo nada... no sé a qué se refiere.
—A día de hoy es el número de seguidores que tiene en su cuenta de Twitter...
—Pues no tenía ni idea. ¿Eso es mucho?
—Es una cifra muy respetable. ¿Qué le llevó a meterse en esta red social?
—Empecé este verano y me animé porque había dos personas que escribían con mi nombre y uno de los dos decía muchas barbaridades y eso era inadmisible. Intenté cortarlo y me dijeron que no se podía y la única manera de acabar con ello era escribir yo.
—En esta red social además los conflictos son permanentes.
—Pero yo no me meto en líos. A alguno le digo que de esto del fútbol sabes muy poco, pero no insulto como pueden insultarme a mí. Lo utilizo para contestar a periodistas cuando no puedes contestarles ocupando un cargo profesional. Twitter tiene una ventaja, por ejemplo, a Josep Pedrerol puedes contestarle u opinar de algo que ha dicho mientras que si no tienes una emisora de radio o un periódico no puedes.
—Se muestra especialmente crítico precisamente con el periodista Josep Pedrerol y con Javier Tebas, presidente de la LFP.
—Pedrerol dijo que Del Bosque tenía que presentar la dimisión y que es inadmisible el trabajo que estaba haciendo y yo creo que es inadmisible que un periodista diga que uno u otro tiene que irse a la calle y ahí le dije que era un canalla. Salí a defender a Del Bosque porque esa situación no se puede consentir.
—Y de Tebas dijo que le interesa poco el fútbol y que defiende intereses personales.
—Tanto de él como de Pedrerol no escribiré nunca bien. Tebas trajo al fútbol la Ley Concursal. Es un abogado que se ha forrado con los clubes y sé de qué pie cojea. A los clubes no ha ido gratis y la Ley Concursal a muchos clubes y presidentes les va muy bien, pero a los que deben cobrar les hace un traje. Ha promovido una serie de actuaciones judiciales contra amigos míos de la Federación que no tiene nombre solo porque fueron varios directivos a Corea. Estos directivos no cobran nada, le echan muchas horas y fueron al Mundial y Tebas quería meterlos en la cárcel. ¿Qué persigue este tío? No se beneficiaba en nada. Solo quería hacer el mal y desde entonces no le paso ni una.
—Se ha proclamado campeón africano de naciones con la selección de Libia. ¿Qué tal la experiencia?
—Muy bien, pero siempre estamos pendientes de la situación bélica que se vive ahí. Futbolísticamente hay buenos jugadores y en la fase final firmaron un buen papel. No tienen costumbre de jugar a mucho nivel, pero tras un mes de concentración mejoraron mucho y compitieron. Ahora vuelve a haber guerra y nos hemos parado. Tengo otro año de contrato y a ver qué pasa porque la guerra sabes cuándo empieza y no cuándo termina. Estoy a la expectativa.
—¿No tuvo problemas con el idioma?
—Tenía un intérprete muy bueno. El árabe es imposible de aprender, es muy difícil.
—Y usted con la vida resuelta, ¿cómo se le ocurrió dirigir a la selección de Libia?
—Me propusieron ir allí y cuando hablé con el presidente de la Federación me dijo que lo que había que hacer era mejorar el fútbol. En 2017 serán sede de la Copa de África y querían subir el nivel futbolístico y eso todavía no me lo habían propuesto. Me motivó la propuesta.
—¿Añora los banquillos de la Liga española?
—Sí, los echo de menos. Me gusta la competición y no soy un entrenador que va diciendo si hay que fichar a este o a aquel y me adapto a lo que tiene cada club. Si no hay dinero para fichar trato de adaptarme. Si el equipo es humilde juegas con futbolistas humildes, aunque luego quieren que seas campeón o que se cubran unas expectativas que el equipo no da para ellas. Pero yo soy competitivo y como digo me gusta la competición y claro que se echa de menos estar en el fútbol español.
—Hablemos del Mundial de Brasil. ¿Ha fracasado España?
—Si fracasar es que el equipo no cumple el objetivo y no despliega el juego que puede realizar, digamos que ha fracasado en el rendimiento. Las expectativas siempre son altas, pero ha habido equipos que nos han ganado que no son mejores que nosotros y ahí es donde hemos fallado. Sobre 10, España ha rendido 6.
—¿La clave fue el varapalo de Holanda?
—El primer tiempo no estuvo mal, pero una vez que iba perdiendo 3 a 1 el equipo se desanimó. Antes del partido te preguntas si Holanda puede marcar 5 goles a España y la respuesta es que es muy difícil, pero...si se dan una serie de circunstancias puede ocurrir y esas circunstancias se dieron. Te ganan de 3 y das el partido por perdido y cuando eso sucede las cosas no salen, no hay coordinación. Creo que los jugadores no llegaron bien porque la Liga les exprimió al máximo hasta el final y llegaron tiesos.
—¿Se ha sido más condescendiente con Del Bosque que con usted? No quiero imaginar la que le hubiera caído a Javier Clemente...
—Vicente en el primer traspiés tiene una serie de críticas del grupo fundamentalmente de La Sexta y a Del Bosque le pueden decir lo que quieran, que él no dirá nada porque él no dice nada. Es su temperamento y no entra a discutir con un periodista. Lo que opina el periodista de Vicente lo sabemos, pero no sabemos qué opina Del Bosque de ese periodista. Yo no tengo ese carácter y a eso no juego. Yo entro y le digo qué opino del periodista a la cara en una rueda de prensa o ahora en Twitter y por esto me encanta esta red social. No estoy loco, no lo estoy nada, pero siempre he peleado por la igualdad y no soporto una serie de cosas, ni tampoco las injusticias.
—Cambiemos de tercio y hablemos del Mallorca. Miquel Àngel Nadal es ahora el director deportivo, un exfutbolista al que usted conoce bien y que siempre protegió y en el que confió.
—Le protegí porque siempre he protegido a los jugadores que hacen el fútbol de base para que las medallas se las lleven los otros y eso no es justo. Nadal ha sido un gran jugador y ahora está haciendo un trabajo complicado. Es tan buena persona que ahora me cuesta verlo gestionando el tema de los jugadores porque ellos no tienen la nobleza que tiene él. Si se implica en el tema de la dirección deportiva será un secretario técnico fabuloso, pero solo en el despacho lo veo desaprovechado y lo veo más en el campo, en el vestuario. Tiene muchas cosas para poder aportar.
—¿Qué opinión le merece Serra Ferrer?
—No he tenido nunca buena relación con él.
—¿Le ha sorprendido que el Mallorca haya quedado como ha quedado con él dirigiendo la gestión del club?
—Sinceramente no. Yo tuve problemas con él y creo que es un hombre muy duro y muy poco deportivo. El fútbol y el vestuario lo entiendo de otra forma. Para mí vestuario y entrenador van muy unidos y creo que Lorenzo ha estado fuera de lo que es el vestuario. Él se ha situado arriba y el vestuario abajo y en el fútbol, en mi opinión, tienes que estar dentro del vestuario, a la misma altura, y afrontar los problemas desde dentro. Al jugador hay que convencerle razonando de tú a tú, no diciendo yo soy el que manda. Siempre he estado en contra de eso. Se dice que zapatero a tus zapatos y él ha sido entrenador y no dirigente.
—Usted ha dirigido a muchos equipos en España pero nunca al Mallorca. ¿No se dio la oportunidad?
—Hubo algún momento en que estaba convencido de que terminaría fichando por el Mallorca. Me hubiera encantado venir a vivir aquí, pero nunca me llamaron y hubiera venido y he de decir que yo también he hecho movimientos para ver si me llamaban. Lo que ocurre es que hay presidentes que tienen miedo a ficharme y se creen la historia de que soy muy conflictivo. Estos mismos presidentes le tienen un enorme temor a la prensa. Por ejemplo, sacan mi nombre en los periódicos, dicen que soy candidato a entrenar, sale en los medios un par de días, luego empieza la radio, sobre todo la Ser, a decir que soy un desastre y el presidente da marcha atrás.
—¿Le ha sucedido esto?
—Si, sé de qué hablo. Un año estaba libre y coincidí con un presidente de un club que buscaba entrenador y le dije que me fichara y me contestó: ‘¿Qué quieres, que me maten?'. Al final me fichó en diciembre para salvar al equipo que estaba en la cola. Eran los últimos, con seis puntos y salvé al equipo. Me llevó porque en la situación en la que estaba el club me dijo que le daba igual lo que le dijeran, pero en agosto no quiso traerme.
—Aprovechando que habla de periódicos y radios. ¿Se han suavizado sus relaciones con la prensa?
—Sí porque estoy mucho fuera y con muchos periodistas no entro a discutir.
—En su época de seleccionador los enfrentamientos con José Ramón de la Morena fueron muy duros.
—Por mi parte no, yo no hablaba nunca con él en esa época y nunca le negué una entrevista, jamás.
—¿Son amigos ahora?
—No. Ahora por su parte hay un poco de respeto. Si me tiene que decir algo por duro que sea me lo dice en antena y le escucho y respondo. A ese pacto llegamos.
—Ahora dirige mucho sus críticas hacia el presentador de La Sexta Josep Pedrerol. ¿Por qué?
—No se atreve a tenerme a mí presente en su programa. A mí que un periodista dé caña me parece bien. La radio puede decirte todo el tiempo que eres tonto una y otra vez y entonces lo que yo digo es que me lleves a tu programa y déjame que me defienda. Pedrerol no se atreve a eso. Si me invita a su programa voy, pero hay que tener muchos de eso para invitarme.Yo no me acojono en la tele y en la radio y contesto. Me acusa de que maté a Manolete y me mete en películas en las que yo no tengo nada que ver.
—Usted era y es muy amigo de José María García. ¿En su momento eso ayudó a crear división?
—Fue un problema, pero no para mí, ni para García, sino para De la Morena. Yo no he sido nunca enemigo de José Ramón, pero el ser amigo de García suponía la enemistad con el contrario. Yo a José María García nunca le he dado una primicia y nunca le di una alineación. De hecho ni me la pedía. No me la pidió nunca. Mi lío con De la Morena fue mucho antes de ser seleccionador cuando estaba en el Atlético de Madrid.
—Sobre la actualidad. ¿Quién está fichando mejor, el Madrid o el Barcelona?
—Los dos apuntan alto. El Madrid está trabajando en apuntalar la fortaleza del equipo y el Barça tiene los mejores delanteros de ataque, pero les falta todavía algo.
—¿Entiende lo de Keylor Navas con el Madrid?
—Creo que el Madrid lleva dos años convulsionado con el tema de Iker y ahora fichan a Navas, que es un gran portero, pero no creo que esté necesitado de guardameta.
—¿Se cargó Mourinho a Iker Casillas?
—Gestionó mal el tema. Se creó un conflicto popular sin necesidad. El problema del Madrid no estaba ahí.
—¿Cómo cree que le irá a Luis Enrique en el banquillo del Barcelona?
—Me encanta Luis Enrique. Es un tío diferente y me gusta mucho. En la selección era fantástico y muchas de las cosas que hace ahora me llaman la atención.
—Empezamos con Twitter y terminamos con una frase que usted escribió. El contraataque funciona cuando el rival se equivoca.
—Es lo que creo. Mire, le daré mi opinión futbolísticamente hablando. A mí no me gustan los equipos que por muy humilde que sea el contrario se le pierda el respeto. Para ganar a un equipo hay que saber muy bien lo que es el contrario. Eso de que yo soy rico y me olvido del pobre, no. Eres rico, pero ahora te toca currar y no hay que despreciar a nadie.