'Jugar es su obligación. Huir, su mayor esperanza'. Así rezaba la frase que acompañaba al título de la película de John Huston, 'Evasión o victoria' estrenada en 1981 y donde un grupo de solados aliados disputa un partido de fútbol frente a una selección alemana. La consigna es clara: ganar para ser libres. La historia real de ese partido es más dura que lo que reflejó el film, pero subsistió la idea de fondo. Los jugadores del Real Mallorca se encuentran también ahora en esa disyuntiva de ganar ya y doblegar al Deportivo para mantener viva la esperanza de huir de Segunda División. No queda otra que la victoria, que sumar tres puntos de calidad para alimentar el sueño de aspirar a la máxima categoría.
TODO AL ROJO
El plan de Serra Ferrer es subir; no hay alternativa
La victoria ante el Deportivo y el ascenso a Primera es fundamental para el vicepresidente del Mallorca porque en su ideario no hay alternativa. Serra Ferrer se ha encomendado al ascenso para salvar el proyecto porque más allá de eso no tiene nada pensado, nada ideado, nada planificado. El ascenso o el vacío. Cara o cruz. Existe un pozo sin fondo si el equipo no asciende a Primera y ese pozo alcanza a todas las esferas del club. Al golpe moral que sufrirá la afición hay que unir el enorme problema económico que le viene encima al club y que de hecho ya está aquí. La necesidad de ascenso es vital. Seguir en Segunda es mantenerse en un panorama mucho más que desolador.
SIN RETORNO
Un traspié contra el Deportivo aumentaría la depresión
El partido del domingo a las doce del mediodía ante el Deportivo tiene un condicionante de final de primer nivel porque en caso de victoria hay opciones de seguir vivos, pero una derrota dejaría a los de Lluís Carreras asomados al abismo de la Segunda División B, un lugar que quema y que multiplicaría la sensación de fracaso y sobre todo de miedo en todo el club.
PROBLEMAS
Gerard sigue sin entrenar y el equipo necesita un revulsivo
El Mallorca está perdiendo oportunidades una tras otra y la llegada de Lluís Carreras no ha servido de revulsivo porque el equipo sigue metido en arenas movedizas, abonado al tedio y sobre todo, incapaz de sacar victorias llamadas 'de ascenso'. Lugo y Ponferradina son los últimos ejemplos de un grupo sin alma y que además encadena problemas importantes en forma de lesiones. Gerard Moreno sigue dolorido y a tres días de jugar contra el Deportivo sigue siendo duda. A una plantilla corta hay que unir las bajas y sobre todo las numerosas dudas que despierta el equipo. El domingo debe reaccionar de forma urgente, recuperar el rumbo, la autoestima, el juego y la solidez tanto defensiva como ofensiva. Ganar, ganar, ganar y volver a ganar. Parafraseando a Aragonés. Solo vale ganar.
ESPERANZA
La plantilla tiene «fuerzas» para revertir la situación
El equipo debe recuperar la credibilidad contra el líder de Segunda. No puede haber mejor rival para recuperar la autoestima, dar un golpe sobre la mesa y aumentar la credibilidad. Los mensajes que salen desde el vestuario indican que los futbolistas son conscientes de los errores en cadena que han protagonizado y de la necesidad de sacar fuerzas de donde no hay para mantener vivo el sueño del ascenso.
Iriney realizó ayer la siguiente reflexión: «El equipo tiene fuerzas para remontar y revertir la situación. A pesar de las dos derrotas, nosotros tenemos que ser un grupo más unido y con más fuerza, pensar en victorias, en ganar, en remontar, pensar que todavía queda un camino, aunque con menos partidos», señaló.
«Hoy en día sigo creyendo en el equipo. Quedan posibilidades de ascenso. Hay fallos y detalles que nos sentencian, si miramos hacia atrás estamos perdidos», dijo Iriney. No hay vuelta atrás, es momento de dar la cara, de ganar, de huir de la miseria, de seguir soñando. Todo pasa por ganar el domingo. Como en la película de Huston.