El vacío de poder se ha instalado en el Real Mallorca. Mientras la afición hierve, los consejeros huyen del palco. El pasado domingo, la hinchada alcanzó su máximo grado de indignación con una protesta pacífica que reunió a más de medio millar de aficionados. Ya en Son Moix, la desaprobación adquirió tintes históricos. En el minuto 12, todo el estadio dio la espalda al palco para expresar su malestar, a una zona noble vacía .
En los peores momentos, con el equipo iniciando el partido en posiciones de descenso a Segunda B, ninguno de los consejeros del club balear acudió a representar a la entidad en una situación tan límite.
El plante de los principales cabezas visibles del proyecto ha dejado solos ante el peligro a Michael Blum y Tolo Martorell, los apoderados vinculados a Utz Claassen y Serra Ferrer, respectivamente, que han tenido que aguantar la irritación de la afición mallorquinista en los dos últimos partidos disputados por el Mallorca en Son Moix.
Y es que en las citas ante Barcelona B y Tenerife -dirigidos por Lluís Carreras- ningún representante del consejo de administración de la entidad ha acudido al palco presidencial, una situación diametralmente opuesta a lo sucedido en el choque frente al Sabadell, en el arranque de la segunda vuelta, cuando todos los miembros del órgano de gobierno compartieron escenario.
Pedro Terrasa fue el primero en anunciar su intención de desmarcarse del proyecto de Serra Ferrer y de no acudir al palco presidencial porque no quiere unirse al máximo accionista.
El pobler , por su parte, compareció por el palco por última vez el pasado 15 de febrero, en un duelo que finalizó con derrota (0-1) ante el Hércules y que provocó un escándalo notable en las gradas. Desde entonces, Serra ha optado por no acudir a Son Moix para que no le abucheen...
El caso de Gabriel Cerdà también es llamativo. El presidente denunció a la Grada Jove por insultos y aunque después retiró la demanda, envió un comunicado para expresar su intención de no acudir al palco presidencial del estadio de Son Moix hasta que «no se calmen los ánimos».
En este sentido, el sector más ruidoso del mallorquinismo, que se encuentran en ese Fondo Norte del Estadio, optó por realizar un plante par expresar su indignación por los sucesos, aunque en el encuentro del pasado domingo frente al Tenerife, después de promover la manifestación de protestas, sí que acudieron a respaldar al equipo.
Ahora, con el conjunto bermellón situado en la zona media a la misma distancia del playoff de ascenso que de la zona de descenso (3 puntos), habrá que ver cuál es el movimiento del consejo a medida que lleguen los resultados. Entonces, seguro que habrá empujones para salir en la foto...