Los focos de la crítica iluminan a la misma zona del curso pasado. El rendimiento ofrecido anteayer en Sabadell por la defensa del Mallorca, que encajó cuatro goles en su vuelta a Segunda División tres lustros después, ha encendido de nuevo todas las luces. El choque de la Nova Creu Alta demostró que el cambio de categoría, el descenso a los infiernos, no ha servido para arreglar la avería que el grupo balear arrastró durante todo el curso pasado y que supuso una carga demasiado pesada. Encajó 72 goles -más que nunca- y Aouate recogió el balón desde el fondo de la red en 63 ocasiones, una cifra desconocida por el meta israelí durante su dilatada carrera como profesional.
El Sabadell hurgó de nuevo en la herida y agrandó la brecha con una facilidad pasmosa. En el primer tanto, Ximo se despista y convierte su banda en una autopista para Barral. El centro de este no es despejado por Nunes y Cristian lo aprovecha. En el segundo y el cuarto, dos acciones a balón parado que dejaron retratada a la zaga de Oltra. Y, en el tercero, el error es por una conducción de balón en zona temeraria de Thomas.
Aunque toda la línea de fondo rindió por debajo del nivel deseado, los focos de las críticas apuntan a dos de los veteranos del equipo, como Nunes y Aouate, aunque también al rendimiento ofrecido por Agus, el central zurdo, en especial a la hora de salir con el balón contraolado.
Tanto Aouate como Nunes, a sus 36 años, arrastran las dudas que mostraron durante la campaña anterior. Unas incógnitas que deben despejar a base de mejorar sus prestaciones sobre el césped. El sonrojo de Sabadell no ha servido para aplacar las dudas que se cernían sobre la defensa. Más bien todo lo contrario. Hay fuego en esa zona y Oltra debe saber cómo apagarlos para que no afecten al resto de las líneas.