Acompañado por todo su cuerpo técnico, Gregorio Manzano analizó que el descenso del Mallorca responde a «una suma de cosas desde el inicio de la temporada». Tras reconocer que el vestuario estaba «abatido y triste como todo el mallorquinismo», el técnico admitió tener «responsabilidad» en la pérdida de la categoría, aunque también defendió el promedio de puntos realizado desde su llegada al banquillo, un promedio que, según él, ha sido «una media de permanencia».
Manzano, que manifestó entender el malestar de los seguidores y precisó que analizará «la temporada y el futuro» en los próximos días con Serra Ferrer, afirmó no arrepentirse de su vuelta a la Isla y recalcó la difícil situación en la que se encontró el equipo. «No cambio mi discurso. Sabía que era una situación complicada y difícil, porque cabe recordar que cuando llegamos -el cuerpo técnico- la dinámica era de 6 puntos de 51, con el equipo en una tendencia negativa en todos los aspectos y lo hemos intentado. Ha faltado un escalón, pero no excluye mi responsabilidad para nada. Lo siento y lo lamento», argumentó.