El portero del RCD Mallorca Juan Calatayud ha asegurado este lunes que el equipo no está «para firmar nada» y que no puede conformarse con nada más que la victoria, empezando por la «final» del próximo sábado ante el Real Zaragoza en La Romareda.
«Ahora mismo no estamos para firmar nada. Cada partido es un mundo y ahora tenemos que pensar en el siguiente, tenemos que intentar sacar los tres puntos. Cada partido es una final, han llegado las finales. Hemos llegado a esta situación por nosotros, y nosotros somos los que tenemos que sacar esta situación adelante», declaró en rueda de prensa.
El guardameta malagueño asegura que no deben centrarse en hacer números y que tienen que ir a ganar al conjunto maño. «Está muy difícil ganar, todos los equipos están notando la presión y el que logre sacar dos o tres partidos buenos y conseguir la victoria será el que se salve de la quema. Pero ahora mismo tenemos que pensar en el Zaragoza, tenemos una final muy importante, intentar sacar los tres puntos de allí y pegar un manotazo en la mesa, y decir que estamos aquí y que no cuenten con nosotros a la hora de hacer los cálculos de bajar», señaló.
«Creo que el vestuario es muy importante. Los que nos seguís cada día sabéis que hay muy buen ambiente, y esto es muy importante. Saber que tienes al compañero que si tu puedes fallar, está detrás tuyo para ayudarte. El vestuario es muy importante y no podemos escondernos y pensar que no pasa nada. Sí que pasa, estamos en una situación muy complicada, y representamos a un club y una ciudad muy importante», añadió.
Por ello, apeló a la casta para no decepcionar a los aficionados bermellones. «Tenemos que pensar que esto lo sacamos el vestuario, que tenemos que ser hombres, que tenemos que dar la cara por el club, y no pensar en fallar o no fallar», subrayó.
Finalmente, ha agradecido el apoyo de la afición. «La verdad es que no nos podemos quejar. Desde aquí todo son palabras de agradecimiento hacia la afición, porque son ellos los que nos están llevando en volandas, los que cuando bajas un poco los brazos ves a toda la gente saltando, ves a niños con la camiseta del Mallorca que están animando, que sufren, y eso te llega y hace que saques esa pizca de fuerza que te queda en el depósito», concluyó.