La Federació de Penyes Mallorquinistes responde. Conscientes de los movimientos que se están realizando a sus espaldas para solicitar un moción de censura que invalide las votaciones de 2010 y fuerce una nueva convocatoria electoral, la agrupación de peñas que preside Rafel Martorell emitió ayer un comunicado para exponer su postura. La nota, especialmente dura y clarificadora, recoge cinco puntos de denuncia en los que resume los últimos doce meses de relación con el Mallorca y carga contra dos objetivos muy concretos: el presidente Jaume Cladera y el área social del club que encabeza Jordi Morey, a los que acusa, entre otras cosas, de entrometerse en su labor y de intentar «sobornar» a otras peñas mediante «un compromiso de pago de autocares».
«Vistos los acontecimientos vividos en estos últimos doce meses, queremos manifestar y denunciar la intención de los responsables del área social de querer adulterar el resultado de un proceso democrático, que nos permitió acceder a esta Federació de Penyes, así como las continuas intromisiones que en ella han hecho y hacen», detallaba el comunicado en su punto inicial.
No obstante, la nota reservaba para el párrafo posterior las acusaciones más duras: «Nuestra repulsa a las acciones que están llevando a cabo desde el área social del club, recogiendo firmas e intentando sobornar a las peñas con un compromiso de pago de los autocares», apuntaba con respecto a esas adhesiones conseguidas entre el resto de peñas para solicitar una moción de censura que le abra la puerta a un nuevo proceso electoral y a un más que previsible relevo en la presidencia.
Acerca de la actitud de Jaume Cladera y otros consejeros ante las críticas de la Federació de Penyes -se han mostrado particularmente incisivos en asuntos como el del nuevo Lluís Sitjar o el de la último campañas de abonados-, el comunicado tampoco ofrece demasiadas dudas: «Manifestamos el rechazo una vez más a la actitud de intolerancia de algunos dirigentes del club (ellos no son el club) con todo aquel que no piense o se exprese como ellos quieren. Respetemos la libertad de pensamiento y de expresión», exigen.
Otro de los focos de conflicto abierto entre las peñas tiene que ver con la organización de actos de animación y apoyo al equipo antes y durante los partidos. El grupo opositor acusa a la actual Federació de mostrarse pasiva en ese sentido, algo que su junta directiva justifica volviendo la vista hacia el palco y recordando «las dificultades que hemos tenido para poder organizar eventos, tras la retirada del punto 'Val la Penya' por parte del presidente Cladera».
Por último, el comunicado incide en el proyecto del nuevo Sitjar que retomó la semana pasada el Mallorca. «¡Dejemos ya de manipular, engañar y jugar con el sentimiento mallorquinista! ¿Qué se esconde realmente detrás de este proyecto?»
«Manifestamos el rechazo a la actitud de intolerancia de algunos dirigentes con todo aquel que no piense como ellos quieren»
Sobre la actitud de algunos consejeros ante sus críticas