Jaume Cladera Cladera parece haber agotado la paciencia de Utz Claassen, desquiciado ante el fondo de armario que ha exhibido el presidente del Mallorca durante las últimas semanas. Su última comparecencia pública -posterior al consejo de administración del lunes- ha crispado sobremanera al segundo máximo accionista de la SAD balear, al que acusó de cambiar su discurso constantemente. «No puedo entender lo que hace. Su comportamiento es inaudito. Un día me pide que lo saque de la querella y otro que la ponga rapidito», subrayó un crispado Claassen.
«Cladera tiene serios problemas para distinguir entre los asuntos del club y los asuntos personales. La querella no es contra la entidad, es contra él y Llorenç Serra Ferrer», expuso el consejero germano, que también acusó al mandatario de «refugiarse bajo el escudo del Mallorca. No me parece correcto que utilice la sala de prensa de Son Moix para abordar un asunto privado y que nada tiene que ver con el Mallorca».
Claassen considera que Cladera ha mostrado durante los últimos días «una gran falta de respeto hacia la institución. Utiliza el club como un paraguas y no muestra ningún ánimo en defender sus intereses. Hace todo lo contrario, abusa del Mallorca. Nosotros, en la demanda, hemos rogado que se declaren secretas todas las actuaciones... Todo lo que está haciendo y diciendo este señor me parece increible».
La batalla que se libra en el órgano de gobierno del club parece haber adquirido un punto álgido. Claassen responsabilizó a Cladera de «atacarme e intentar desprestigiarme sin base alguna. Difamar y desprestigiar no es digno de un presidente. Daña la imagen del club... Dijo que se había enterado por la prensa de la demanda, aunque obvió que he mandado varios escritos al consejo y que solicité en repetidas ocasiones una reunión con Serra Ferrer... Mi historia en el Mallorca se resume en cuatro fases: Me invitaron a entrar; me decepcionaron y me engañaron; después me mimaron y cuidaron y, finalmente, tras la demanda, se han dedicado a insultarme, desprestigiarme y difamarme».
Todavía en Hannover, donde promociona su último libro, Claassen disparó aún más munición contra el presidente Cladera: «Dice que está muy tranquilo, pero sus declaraciones no son propias de un hombre tranquilo... Ahora han iniciado una sucia campaña contra mi y reparten dossiers llenos de falsedades, pero de esta gente ya no me sorprende absolutamente nada. Me niego a bajar a este nivel».
«Me invitaron a entrar en el club; me engañaron, después me mimaron y ahora, tras interponer la querella, se dedican a insultarme»
«Cladera tiene problemas para distinguir entre los asuntos del club y los asuntos personales; la querella no es contra la entidad»
«El presidente utiliza el club como un paraguas y abusa del Mallorca; no tiene ningún interés en defender a la institución»