Joaquín Caparrós vuelve a estar frente a un puzzle. Y a diferencia de otras ocasiones, esta vez cuenta con piezas de sobra. El entrenador del Mallorca, que anda embarcado de lleno en la preparación de su plan de asalto a Anoeta, recupera este fin de semana a uno de sus futbolistas imprescindibles (José Manuel Flores, Chico ) y si pretende devolverle al once titular deberá recomponer una línea defensiva que poco a poco va rescatando efectivos y que en breve podría lucir de nuevo su color habitual.
El buen momento de Ramis y Nunes, unido a la convincente respuesta que ha ofrecido Martí Crespí en el lateral derecho han fijado los cimientos de la zaga mallorquinista y van a ocasionarle a Caparrós uno de esos problemas que tanto agradan a los entrenadores. Y es que después de lidiar durante casi todo el curso con bajas y sanciones, el utrerano se encuentra ahora con la posibilidad de escoger las piezas de su sistema de seguridad. Chico, que se perdió el último encuentro ante el Villarreal por acumulación de amonestaciones, ya ha cumplido con su correspondiente sanción y está listo para empotrarse otra vez en un once del que, hasta ahora, no se ha movido por cuestiones técnicas.
El central gaditano se ha convertido en un futbolista básico, fundamental para el grupo independientemente de quién estuviera ocupando el banquillo. La lesión que sorprendió a Nunes en verano le abrió las puertas de la alineación y su rendimiento le ha mantenido entre los jugadores mejor considerados del plantel.
Gran rendimiento
El ex del Genoa (está cedido en el club hasta junio) se ha destapado, junto a Fernando Tissone, como el fichaje más decisivo del curso y así lo reflejan sus estadísticas. Sólo se ha ausentado en dos jornadas del campeonato (Sporting y Villarreal) y en ambas lo ha hecho después de cubrir un ciclo de amonestaciones.
Sin embargo, su última salida del equipo ha coincidido con el regreso de la mejor versión de Nunes y Ramis parece inamovible. Ante eso, Caparrós tiene la bala del lateral derecho, el único punto de la defensa que todavía cojea hasta que reaparezca Cendrós. Chico ya actuó en ese puesto durante el desplazamiento a Vallecas, pero sufrió más de lo previsto y el técnico teme que esas complicaciones se reproduzcan ante la Real Sociedad. Por eso, medita seriamente mantener a Martí Crespí escorado a la derecha (el pobler ha cumplido hasta el momento en esa posición a pesar de la inactividad que arrastraba) y dejar, por primera vez en todo el ejercicio, a Chico en el banquillo. La opción de Zuiverloon, que en el último episodio del torneo volvió a disfrutar de minutos con el partido resuelto, sigue pareciendo remota y es probable que, ante la reaparición de otros futbolistas, vuelva a quedarse fuera de la lista para viajar a San Sebastián y vea el encuentro ante la Real Sociedad a través de la pequeña pantalla.
Kevin y Cendrós
Sin alejarse de la defensa, Caparrós tiene otra vez a su disposición la posibilidad de citar a Kevin, totalmente restablecido ya de la lesión que le ha tenido más de cuatro meses en el dique seco después de pasar por el quirófano. En cualquier caso, el preparador andaluz ha renovado recientemente su confianza en Pablo Cáceres y el uruguayo parece fijo en sus esquemas tras desplazar al canterano Pedro Bigas.
De esta forma, la única baja destacada en la zaga es la Pau Cendrós, aunque parece que su recuperación va por buen camino. El Mallorca ya se dejó ver ayer sobre el césped y si no surgen problemas podría reaparecer ante el Valencia.