Aunque el Mallorca ha conseguido sortear en las últimas semanas muchos de los obstáculos que ha ido encontrando en el ámbito deportivo, fuera del campo se le siguen acumulando los problemas. Y algunos de ellos resultan especialmente graves, como la compleja situación laboral que se da en el club o el conflicto iniciado el pasado mes de noviembre con varios de sus trabajadores. Inspección de Trabajo, que en diciembre ya interrogó a empleados y gestores de la entidad con el fin de aclarar los presuntos casos de acoso, amenazas y coacciones que podrían haber sufrido algunos trabajadores, volvió a personarse ayer en Son Moix después de que en los últimos días se hayan ampliado las denuncias verbales que van a darle todavía más volumen al caso.
«El proceso se inició en noviembre», relataba ayer a este diario el secretario de Acción Sindical y Ocupación de Unión General de Trabajadores (UGT), Manuel Pelarda. «Denunciamos, ampliamos la denuncia, se realizaron una serie de investigaciones, se comprobaron algunos hechos, fueron llamados socios y trabajadores y como esto ha seguido adelante lo que hicimos días pasados fue ampliar la denuncia verbal y la Inspección, dentro de lo que marca la norma, se ha personado en el estadio», seguía explicando. «Cada vez hay más trabajadores y trabajadoras que son supuestamente acosados», argumentaba.
«Lo que habíamos visto, oído y denunciado hasta el momento ya considerábamos que era una auténtica barbaridad, así que ahora que se ha ampliado verbalmente y se han comprobado más cosas...», comentaba Pelarda, que al mismo tiempo aclaraba que las últimas denuncias proceden de «nuevos trabajadores, no de aquellos que ya habían sido entrevistados por Inspección». De esta forma, advierte también que el proceso va camino de eternizarse: «La Inspección levantará acta, pero el expediente es cada vez más voluminoso y cada día se destapan más cosas. Lo que creíamos que a día 15 de enero habría acabado, se va a alargar en el tiempo y el expediente será larguísimo», detallaba.
El representante de UGT, que se muestra «preocupado por la salud mental de los trabajadores del Mallorca», reconoce que apesar de su diltada trayectoria «nunca había visto un procedimiento como este» y advierte que el Mallorca se enfrenta a un serio problema: «Teniendo en cuenta lo que hemos visto, hay un 80% de posibilidades de que cuando recibamos el informe de la Fiscalía acudamos al juzgado de guardia y poner la correspondiente denuncia».