El Mallorca recupera la actividad con la Copa del Rey entre ceja y ceja. El conjunto bermellón zanjó ayer las vacaciones de invierno para volver a los entrenamientos en Son Bibiloni y aunque su última representación en la Liga le mantiene pegado a la zona baja de la clasificación, su reto más inmediato pasa por conseguir un buen resultado en Anoeta durante la primera función para extender su ilusión en una competición en la que se siente especialmente cómodo.
La plantilla balear se incorporaba al trabajo después de siete días de asueto en los que futbolistas y cuerpo técnico han aprovechado para cargar las baterías pensando en el intenso mes de enero que se avecina. Y tras calzarse las botas y recibir una charla de Joaquín Caparrós a modo de bienvenida, el grupo se puso en marcha con las únicas ausencias de Joao Victor, Aki y Nunes, que tienen previsto sumarse hoy mismo al resto del equipo. Y lo hizo, además, bajo la mirada de Serra Ferrer, que seguía la sesión desde las oficinas de la ciudad deportiva.
El plantel bermellón volverá a trabajar intensamente hoy y mañana y disfrutará de descanso durante el fin de semana con la idea de celebrar el fin de año.