Marvin Ogunjimi y José Carlos Nunes. Sobre ellos reposan ahora la esperanzas del Mallorca de cara a la segunda parte de la temporada. Por un lado, el alta del delantero belga incrementará la cantidad de recursos del equipo dentro del área rival y debería ayudar a atajar definitivamente los problemas que sufre a la hora de redondear la propuesta del técnico. Y por el otro, el regreso del capitán tendría que acabar de apuntalar la defensa y darle aún más carácter al inicio del juego. Uno y otro ejercerán, a partir de la llegada del nuevo año, como los principales refuerzos del club de cara al mercado invernal a la espera de otros movimientos.
En cuanto a Ogunjimi, su aparición es una cuenta pendiente que el Mallorca arrastra desde el mes de agosto, cuando no pudo inscribirle a pesar de haber realizado un desembolso cercano a los 2,5 millones de euros. El club aceleró su regreso para poder darle la alternativa en cuanto se abriera el plazo y la eliminatoria copera ante la Real se presenta ahora como su punto de partida.
El caso de Nunes es diferente. El central sufrió una lesión que amenazó su continuidad y aunque parecía recuperado, Caparrós le sigue esperando. Sólo ha podido participar en el final del duelo a puerta cerrada contra el Granada y el técnico ya ha recordado que espera contar con él a pleno rendimiento en breve.