El presidente del Real Mallorca, Jaume Cladera, se reunirá mañana con los empleados de la entidad para pulsar su estado de animo, después de desvelarse que algunos trabajadores tienen previsto denunciar al máximo accionista Llorenç Serra Ferrer y al consejero Biel Cerdà por supuesto acoso laboral. El presidente mallorquinista negó que exista mobbing por parte de algunos directivos del club balear hacia ciertos asalariados, aunque para aclarar esta cuestión, junto al director general Pedro Terrasa, dialogará mañana con todo el personal no deportivo de la institución.
El caso mobbing ocupó una porción notable de las cuatro horas de reunión que mantuvieron los consejeros de la entidad. Encabezados por Jaume Cladera, acudieron al cónclave Serra Ferrer, Utz Classen, Miquel Coca, Biel Cerdà y Pedro Terrasa. En el mismo, se trató el convenio de acreedores, que «si hay acuerdo» se firmará el próximo 13 de diciembre y la tensió que recorre los pasillos de Son Moix.
Además, Cladera acalló a todos los agoreros que consideran que el club prescindirá del director general al día siguiente de que se firme el convenio de acreedores y los administradores concursales desaparezcan de la circulación mallorquinista: «Serra Ferrer es el máximo accionista, pero no toma las determinaciones él solo porque si no parece que aquí no pinto nada. Y sí pinto», señaló con cierta vehemencia antes de añadir: «Ya digo en este momento que no se producirá el cese de Pedro Terrasa bajo ningún concepto».
El presidente subrayó que la entidad trabaja para conseguir que al menos la mitad de la deuda ordinaria, que asciende a 30 millones de euros, acepte el convenio de acreedores. Hasta alcanzar los 57 millones restantes, pertenecen a la deuda crediticia (Haciendad, Seguridad Social, etcétera) que no entra en la quita.
Tras analizar esta cuestión, Cladera profundizó en la rebelión de los trabajadores, que ya han acudido a la UGT para constituir el primer comité de empresa en la casi centenaria historia de la entidad.
El miércoles tendrá una reunión con todo el personal para pulsar el estado de ánimo de los empleados. «Yo pienso que es imposible que aquí arriba se haya hecho mobbing. Que uno pueda tener más mano izquierda o derecha que otro, no lo discuto. Pero acoso laboral a los trabajadores, no. Lo que quiero es hablar con el personal para saber si estoy equivocado o no. Queremos aclarar esta cuestión porque no me gustaría pertenecer a una empresa en la que alguien hace mobbing y nosotros no tomamos medida».
En cuanto a los interrogatorios a varios empleados, afirmó: «No somos la Gestapo. Existe la idea que un empleado ha faltado a la lealtad del club al filtrar documentos internos y queremos saber quién es. Ya lo sabemos y no es ningún consejero...». El presidente negó que se haya investigado quién está detrás de las pancartas contra Cerdà, aunque algunos trabajadores afirman tener pruebas que aseguran lo contrario.
Cladera también entonó el mea culpa por el protagonismo que «le he dado a ciertas personas de las peñas» y aseguró que no abandonan la entidad, pese a todos los problemas, por «responsabilidad».
Reconoce que el Mallorca factura a Viasport desde el año 2002 y que Ratinho se incorporará al club en diciembre tras tener un problema de indisciplina con el Sao Paulo, donde estaba cedido. Sobre el cambio en el banquillo, dijo que con el fichaje de Caparrós «hemos ido a comprar la permanencia».
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