El Mallorca hace aguas por todos lados. A la delicada situación deportiva, aderezada anteayer con una paliza histórica en el Camp Nou (5-0), se suma la peor crisis institucional de toda su historia, una situación límite que puede desembocar en los tribunales. Según ha podido saber este periódico, varios trabajadores de la entidad balear tiene previsto denunciar al máximo accionista Llorenç Serra Ferrer y al consejero Biel Cerdà por «mobbing».
Algunos empleados de la SAD se encuentran en tratos con abogados especialistas en la materia para tratar de arreglar su delicada situación laboral por la opción judicial. En cuanto concluyan los trámites, las denuncias serán presentadas por vía civil y laboral, ante la Inspección de Trabajo.
Vía civil y laboral
Actualmente, este grupo de asalariados del Real Mallorca está trabajando en dos vías para denunciar el acoso laboral que, presuntamente, llevan sufriendo en los últimos meses por parte del vicepresidente deportivo y uno de los consejeros.
La primera opción que está sobre la mesa de los empleados de la entidad, que se encuentran más unidos que nunca y reman todos hacia el mismo lado, pasa por denunciar vía civil y laboral a Serra Ferrer y Biel Cerdà alegando el miedo, el estrés y el desánimo, en definitiva el mobbing, que según aseguran está provocando en el grueso de trabajadores la forma de dirigirse a ellos por parte de ambos consejeros. La segunda, con la creación de un comité de empresa que defienda sus intereses (ver página siguiente).
Los acontecimientos sucedidos prácticamente desde el brusco aterrizaje de Cerdà en el órgano de gobierno del club balear y acentuado en los últimos meses, han provocado una fractura abierta en el club, que vive con sobresaltos debido a las constantes erupciones institucionales.
La convivencia con Serra Ferrer, según reafirman algunos empleados, resulta imposible y la situación entre los trabajadores y el máximo accionista se ha convertido en «insostenible» en los últimos tiempos. Aunque la relación entre ambas partes nunca ha sido fluida, ésta ha sufrido un deterioro notable en las últimas semanas, hasta límites extremos en algunos casos e incomprensibles en otros.
De hecho, el abogado especializado en derecho deportivo Antoni Roca Alomar, a instancias del propio vicepresidente deportivo y máximo accionista, está sometiendo a interrogatorios a algunos trabajadores con el objetivo de aclarar algunas cuestiones que preocupan especialmente al vicepresidente deportivo.
En primer lugar, por las pancartas y los billetes con el rostro de Biel Cerdà aparecidos en los últimos partidos en el estadio de Son Moix. Roca cita a los empleados en un despacho externo y les somete a un interrogatorio para averiguar quién se oculta detrás de esos pasquines. Quién es el agitador.
Otra cuestión que ha invitado a Serra Ferrer y su acólito a abrir una investigación interna, con toda la presión psicológica que ello conlleva para los empleados del Mallorca, afecta a la filtración de una serie de facturas...
Los trabajadores, algunos de ellos mileuristas, aseguran estar sufriendo un auténtico calvario desde prácticamente los primeros compases de la era Serra. La situación ha llegado a tales extremos que, al parecer, existen trabajadores con crisis de ansiedad, hipertensión, problemas para conciliar el sueño, depresión y estrés, los síntomas principales del acoso laboral.
Una de las chispas que han prendido la mecha afecta a la decisión de Biel Cerdà, apoyado por el accionista mayoritario del club, de externalizar algunos servicios.
Por ejemplo, en el apartado de informática, la entidad ha contratado a la compañía Gesisa -con sede en Barcelona- a un precio que, según los datos recabados, triplicaría la oferta presentada por una empresa mallorquina por realizar el mismo trabajo... Otro tanto sucede con el apartado de jardinería.
Estas circunstancias denotan el proceso de descomposición en el que se encuentra inmerso el Real Mallorca en todos sus ámbitos. La convivencia de los trabajadores con sus jefes resulta imposible, según los propios empleados. La mayoría tiene miedo a perder su puesto y resisten todo tipo de situaciones, aunque el vaso de la paciencia ya parece haberse desbordado.
Cabe recordar que hace unos meses, los actuales gestores de la SAD balear amenazaron a los empleados con un ERE que ya provocó las primeras grietas en el seno de la entidad. Ahora, están dispuestos a dar un paso al frente y denunciar a Llorenç Serra Ferrer y Biel Cerdà por mobbing. Lo nunca visto...