Llegó en enero de 2006, como un desconocido y con la misión de contribuir al rescate de un equipo que parecía condenado a volver a Segunda División. Hoy, cinco años y tres meses después de que se adentrara por primera vez entre los muros de Son Moix, es el capitán del Mallorca, el alma de un vestuario que ha tenido que sobrevivir a todo tipo de adversidades. Convertido ya en uno de los iconos la afición bermellona, José Carlos Nunes (Castelo de Pavia, 1977) no se cansa de derribar murallas. Tantas, que a estas alturas de la película no sólo es uno de los jugadores con mayor recorrido del club en la máxima categoría (únicamente Nadal, Olaizola, Ibagaza y Arango le superan en número de encuentros), sino que se ha erigido también en uno de los mejores embajadores del fútbol portugués en España. Y es que, en apenas seis temporadas, el central ha apilado 178 partidos por los campos de Primera, lo que le convierte en el cuarto jugador luso con mayor número de presencias en la Liga.
«Estoy muy contento y es un orgullo representar al Mallorca en una liga tan competitiva como la española», afirma sonriente. «Cuando dejé el Sporting de Braga y fiché por el club nunca imaginé que unos años después estaría aquí hablando de la cantidad de partidos que llevo encima y de las marcas que he logrado».
Ahora mismo, Nunes sólo tiene por delante a Luis Figo (336 partidos), al ex mallorquinista Jorge Alberto de Mendonça Paulino (206) y al malaguista Duda (204), con el que podría coincidir este mismo sábado sobre el césped de La Rosaleda. «No conocía la estadística, pero es un dato precioso. Es muy bonito y ojalá pueda superarlos, porque eso significará que sigo en activo», apunta.
Nunes pasa revista a su periplo como bermellón y se muestra satisfecho con lo que ha ido amontonando. «En 2006 el equipo estaba último, tenía muchos problemas y desde entonces ha habido cambios de entrenadores, de presidente, dificultades económicas... Pero lo bueno es que siempre hemos conseguido mantenernos en Primera y permitir que esto siga adelante. El balance general es muy positivo porque he vivido cosas bonitas», recuerda volviendo la vista. De hecho, el capitán desvela que siente tan a gusto en el Mallorca que le encantaría abrochar en la Isla su expediente como futbolista. «Hace dos años tenía algunas dudas acerca de lo que iba a hacer, pero en este momento de mi vida tengo claro que me gustaría acabar mi carrera en el Mallorca», comenta convencido. «Me quedan este y otro año de contrato y he asimilado que me encuentro en la última parte de mi carrera, pero me gustaría despedirme aquí. Espero responder en el campo, porque aunque uno quiera seguir muchos años, son el cuerpo y las piernas los que te dicen si puedes hacerlo. De momento me encuentro bien y si las lesiones me respetan, ya veremos qué pasa», argumenta.
Nunes también le dedica una parte de su discurso a una afición que le adora. «Es un amor compartido», destaca. «La gente me da mucho cariño y me demuestra que me quiere mucho. Por mi parte, nunca les he faltado al respeto y ellos saben que, aunque puedo tener partidos malos, lo doy todo por el Mallorca», sentencia.