El capitán del Mallorca sigue en el barco. Pep Lluís Martí, el futbolista más veterano de la plantilla y uno de los tipos con más peso específico dentro del vestuario que gestiona esta temporada Michael Laudrup, será también el encargado de poner la primera piedra del nuevo proyecto. El centrocampista mallorquín finaliza contrato con el club el próximo 30 de junio, pero su rendimiento, su actitud y su grado de compromiso han convencido a la propiedad, que pretende asegurar su presencia en el equipo durante otra campaña. El futbolista, fiel a su discurso, prefiere aparcar públicamente el asunto hasta que el equipo tenga garantizada la permanencia de forma matemática, aunque su renovación parece cantada y seguirá manejando los hilos desde el círculo central.
«La renovación es secundaria porque hay que salvar la categoría primero», explicaba ayer Martí al ser cuestionado por el tema. «Eso es lo principal. Cuanto se sepa qué se pretende para el año que viene, en qué categoría estaremos o si vamos a Europa, se hará un planteamiento u otro», matizaba. «Para mí sería un orgullo y una vez estemos salvamos hablaremos de los temas personales, pero ahora la entidad está por encima», argumentaba. Y es que, tal y como informaba ayer este diario, su renovación se ha convertido en una prioridad para Serra Ferrer, que le considera una pieza clave para el buen funcionamiento de la caseta.
Más allá de su situación personal, Martí está centrado en archivar cuanto antes el objetivo del curso y ponerle el sello a la salvación. Y hasta que no se consiga, no es partidario de mirar más allá. «Dentro del vestuario sólo hablamos de los 43 puntos», comenta. «A partir de ahí, ¿por qué no pensar en algo más? Pero antes tenemos ganas de conseguir la permanencia ya. En Riazor vamos a jugar un partido contra un equipo con ansiedad. Hay que ser consecuentes con el tipo de encuentro al que nos enfrentamos, sumar los tres puntos y dar ya por finiquitada la salvación. Porque todavía tendremos que pelear mucho para llegar a los 42 o 43 puntos», subraya el centrocampista.
El capitán del conjunto bermellón volvía además la mirada para repasar el triunfo del pasado fin de semana ante el Zaragoza y valorar su importancia. «Son tres puntos que nos dan confianza para lo que queda en este último paso. La vida da sorpresas y siempre te puedes llevar un susto. Lo tenemos en la mano y no nos queda otra que afrontar los siguientes partidos con la intención de reunir lo antes posible los 43 puntos y, a partir de ahí, quedarnos con la mejor posición posible», anunciaba ayer el pivote.
Martí no tiene problemas al referirse a esas aspiraciones europeas que se han destapado gracias a la buena marcha del grupo y a su escasa distancia con la zona alta a falta de solo nueve jornadas para la clausura de la Liga. En cualquier caso, se trata de una ilusión estacionada. «Es un sueño que tenemos en segundo plano», destaca el futbolista. «Conociendo las dificultades del año desde el inicio por la planificación o la exclusión de la UEFA, y todo lo sufrido independientemente de los resultados, el objetivo siguen siendo los 43 puntos. Lo queremos de forma material. Ya lo teníamos la temporada pasada con la UEFA y nos lo quitaron. Lo tenemos muy marcado, por eso sería un sueño poder llegar más lejos», apunta.
En ese mismo sentido, Martí también celebra el buen aspecto del proyecto en su primer año de rodaje, aunque recuerda que hay que mantener los pies en el suelo. «Sabemos que podemos coger una racha mala que te lleve a pelear por descenso. Hay muy poca diferencia entre equipos, un detalle te puede dar los tres puntos».