El Mallorca sigue conservando un porcentaje de los derechos de Dani Benítez. El centrocampista balear del Granada, probablemente el jugador más desequilibrante de la temporada en Segunda División y uno de los objetivos de Llorenç Serra Ferrer para la segunda versión de su proyecto, fue traspasado al Udinese italiano en 2009 por medio millón de euros, aunque la entidad isleña decidió reservarse entonces un 30% de su pase. Esa circunstancia facilitaría el hipotético regreso del zurdo a la Isla, aunque también es cierto que su fútbol sigue creciendo y, con él, su extensa nómina de pretendientes.
El conjunto bermellón lleva varios meses siguiéndole la pista al extremo llosetí . La nueva política de la propiedad, que pretende seguir reforzando su apuesta por los jugadores forjados en su cantera, le ha obligado a estar muy atento a su progresión durante todo el ejercicio, en el que se ha consagrado como un futbolista letal y decisivo. Sin embargo, tampoco descuida el Mallorca las trabas económicas a las que se enfrenta. Su vuelta obliga a pagar traspaso y aunque existen diversas fórmulas que podrían habilitar el retorno, el precio aumenta jornada a jornada y conjuntos del tamaño del Valencia o Sevilla ya han empezado a desplegar sus redes en su entorno.
Sea como sea, todo apunta a que el futuro del jugador no se resolverá hasta que descienda el telón de la temporada. Dani está totalmente centrado en su campaña con el conjunto andaluz y pretende disputar, como mínimo, la promoción de ascenso a Primera División. Además, los números de su hoja de servicios (acumula nueve tantos en su cuenta particular) continúan expandiéndose y pretende seguir dándoles forma antes de mirar al horizonte.
En ese sentido, la opción preferencial está todavía en manos del Udinese, club que posee el 70% de sus derechos. Desde que los adquirió, ha permitido que Dani avance en las filas del Granada (su equipo satélite), aunque en las últimas semanas algunos medios de comunicación italianos ya se referían a la posibilidad de que participe en el próximo stage de pretemporada del conjunto italiano, que decidiría después si se queda con el jugador para afrontar una nueva campaña en la Serie A o si alarga su periodo de cesión.
El Mallorca, mientras tanto, se mantiene a la expectativa. La intención inicial era apoyarse en ese 30% de sus derechos y en la voluntad del futbolista, que estaría encantado de volver a la Isla para triunfar en Primera con la escuadra rojilla, para forzar un traspaso en el que podría incluirse además la cesión de algunos de los efectivos de su cantera. No obstante, la explosión del extremo empieza a suponer un serio problema para los intereses rojillos, ya que en el caso de abrirse una puja no podría competir al mismo nivel que sus teóricos rivales.