Suele ser habitual de un tiempo a esta parte en el Real Mallorca que las semanas vayan sucediéndose y se olvide casi por completo que esto es un club de fútbol y que los fines de semana hay partido. Estos cinco días han venido marcados por las consecuencias que siguen pagándose de la época del 'grandismo' y por la crisis que golpea a la Federació de Penyes que ha abierto una brecha por el momento insalvable con el club.
Estos temas domésticos entretienen al pueblo entre semana y así, casi sin que uno se de cuenta, se planta al sábado, echa un vistazo al calendario, comprueba que no hay encuentros de la selección española y llega a la conclusión de que el Mallorca debe jugar. Y así es. Hoy hay partido, es uno de esos encuentros que empieza por la noche y terminan de madrugada. A las diez de la noche los de Michael Laudrup se miden al Valencia, el tercer grande de la Liga al que se enfrenta el grupo balear tras aprobar con nota los anteriores choques ante Real Madrid y Barcelona, solventados ambos con empate.
Lo de hoy en Mestalla es una prueba de fuego para los isleños. Se trata de dar la cara en uno de los campos más difíciles de la Liga y contra un Valencia lanzado, en racha, futbolísticamente en crecimiento, pero lleno de buenas intenciones. Siempre se dice de este tipo de partidos que hay mucho que ganar y poco que perder, pero este Mallorca es ambicioso, aunque en ocasiones, como ocurrió en la primera parte en el Camp Nou, sufre una 'pájara' peligrosa. Ante el Espanyol el desfallecimiento fue absoluto y ahora no queda más remedio que despertarse y hacerlo frente a equipo de Aritz Aduriz. Laudrup se encuentra en esa fase en la que trata de dar rápido con la tecla, pero es consciente que todavía restan cosas por pulir. Hoy todo indica que volverá al once titular Ayoze Díaz en detrimento de Kevin y que también puede hacerlo Joao Víctor en la zona ancha acompañando a Martí y Webó, que relegaría a Cavenaghi al banquillo. Y es que si el gol no llega hay que encontrar vías de escape que permitan encontrarlo. No es un buen escenario para revertir la racha, pero no es menos cierto que hacerlo en un campo como el valencianista ofrece una dosis extra de moral.
El conjunto 'ché' ha ganado dos partidos en casa (Racing y Athletic Club) y empató frente al Atlético de Madid. Fuera de casa, salvo el choque en el Camp Nou lo ha ganado todo y precisamente tras la derrota del pasado sábado frente al equipo azulgrana, ahora les ha llegado el momento de resarcirse y seguir reivindicándose en la cima de la tabla.
Tiene buena pinta el choque de esta noche, pero no es menos cierto que el grupo de Laudrup deberá estar más que nunca concentrado en defensa. Ahí estará la clave.