El diplomático Josep Pons ha lamentado su cese como presidente del Mallorca tras comparecer ayer ante los medios de comunicación para defender su honor ante la denuncia por acoso sexual presentada contra él por una trabajadora de la embajada de España en Austria.
«Lamento profundamente la decisión del club de cesarme de mis funciones como presidente», ha afirmado hoy en un carta remitida a Efe, en la que afirma que el consejo de administración del RCD Mallorca «no ha considerado oportuno que saliera a defender mi honor públicamente».
El consejo de administración del RCD Mallorca decidió ayer por la tarde destituir a su presidente, el diplomático Josep Pons, por «pérdida de confianza», y en su lugar nombró a Jaume Cladera, hasta ahora vicepresidente del club.
La destitución de Josep Pons, ex embajador de España en Viena, se produjo horas después de que éste compareciera ante los medios de comunicación para reiterar su inocencia en la denuncia presentada contra él por acoso sexual por una trabajadora de la embajada de España en Austria.
En una carta remitida hoy, Pons ha subrayado que había comunicado al club su intención de defender su honor porque «ya no podía permitir por más tiempo que se publicarán falsedades» sobre su persona «y se manchara una carrera profesional de más de 35 años como diplomático».
«Quizá me equivoqué al pensar que unos hechos infundados no interferirían en el día a día del club al asumir la presidencia, pero siempre he respetado y acatado las decisiones del Consejo, aún sin su apoyo público e incluso por encima de la defensa de mi honorabilidad», ha añadido.
El ex presidente del Mallorca ha asegurado que «por respeto» a su familia «ya no podía dejar» que su «silencio fuese cómplice de las mentiras que se han publicado y de la complacencia de una situación insostenible, o que mi dimisión acrecentara más las dudas sobre mi inocencia, aunque esto hiciera complicada» su relación con el consejo de administración del equipo bermellón.
El diplomático ha añadido que el daño que ha sufrido solo ha podido «vencerlo» con el «apoyo inestimable» de su familia, «por el amor» que siente hacia el club y «por la ilusión» que tiene «por este proyecto».
«Siempre -ha añadido- he querido lo mejor para el Mallorca y voy a seguir estando a su disposición como lo he venido haciendo a lo largo de toda mi vida. Así mismo, estoy convencido de que el tiempo pondrá las cosas en su sitio».
El diplomático fue nombrado en julio presidente del Mallorca por el nuevo propietario de la entidad, Lorenzo Serra Ferrer, pero apenas ha ejercido el cargo después de que trascendiera la denuncia presentada contra él por una empleada afiliada a la UGT.