El Mallorca arrancará mañana una de las hojas que Laudrup ha señalado con un círculo rojo en su agenda. Después de recopilar todo tipo de elogios tras su careo ante el Madrid, el conjunto isleño afronta el primer desplazamiento del ejercicio y considera el danés que se trata de una cita ideal para ponerle el termómetro a la plantilla. «Va a ser muy importante porque veremos cómo estamos. Es un partido fuera de nuestro estadio y ahí podemos mejorar algo con respecto al año pasado», argumenta el técnico, que ha incentivado esta vez a sus hombres recordando la goleada del curso pasado. «Tiene que haber cierto tipo de revancha porque el año pasado se perdió 4-1 después de ir ganando al descanso. Y será un encuentro que nos dirá cosas, aunque ninguna sea después definitiva», añade.
Laudrup lleva tiempo preparando el duelo de El Molinón, del que advertía incluso antes de sumergirse en el torneo. Y en esa dirección, el entrenador cree que el parón del pasado fin de semana ha favorecido la progresión del grupo, ya que ha permitido amortiguar la sensación de euforia que provocó el punto de la primera jornada y preparar esta nueva batalla desde una perspectiva mucho más realista. «Ante los grandes, y en casa, siempre estás por la nubes y después, normalmente pierdes. Pero nos ha venido bien que se detuviese la Liga, porque hemos tenido una semana de elogios y otra de trabajo pensando en Gijón», comentaba antes de volver a pedir calma. «Antes de empezar la Liga todo el mundo me preguntaba si nos salvaríamos y después del Madrid todo el mundo está contento y hay euforia. Tampoco podemos caer en eso, ni pasar de un extremo a otro. Hay que ir poco a poco y que el equipo siga su línea», insistía.
Antes de presentarse en terreno rojiblanco a Laudrup le toca resolver el rompecabezas del centro del campo. Martí lleva toda la semana tocado por una contusión en el muslo y aunque él se niega a descartarlo hasta verlo en acción en el entrenamiento de esta mañana, todo apunta a que se quedará al margen de la expedición. «Tratándose de un problema muscular no vamos a tomar ningún riesgo porque la Liga no termina el domingo y después tendremos tres partidos en dos semanas. Hay que utilizar la cabeza», recuerda. Si se confirma la ausencia del mallorquín, Ramis ocuparía su plaza, pero el danés, que se niega a dar pistas antes de tiempo, tampoco descarta a Pina.
Con respecto al enemigo de turno, Laudrup entiende que el Mallorca que se va a medir a un equipo de rasgos muy similares al suyo y no quiere tomar como referencia la goleada que encajó el Sporting durante su estreno ante el Atlético. «Jugar en casa o fuera es diferente y es muy importante dónde poner la defensa. En este caso, ellos tienen muy buenos jugadores de segunda línea, como Castro, De las Cuevas o Nacho Novo. Son hábiles con el balón y si les dejas espacio son muy peligrosos, especialmente en su campo», destaca.