El vestuario del Mallorca no termina de digerir la suspensión de su Licencia Europea. Las noticias procedentes de Palma han golpeado la línea de flotación del equipo, que medita incluso la posibilidad de escenificar un acto de protesta mañana en Rotterdam, con motivo del segundo amistoso del 'stage' holandés ante el Feyenoord. Es por ello que los portavoces del grupo han decidido alzar la voz. Ayer fue Pep Lluís Martí quien se erigió en el líder de las reivindicaciones. «Lo que nos han hecho es una putada», se lamentaba el mallorquín.
«Estamos un poco desilusionados porque no nos lo esperábamos», apuntaba el centrocampista. «La UEFA es un organismo que teóricamente se dedica a que la gente disfrute del fútbol y, atendiendo sólo a razones deportivas, el Mallorca se ha ganado una plaza en Europa. Somos los que menos nos lo merecíamos que pasara esto y lo siento, sobre todo, por esas catorce mil personas que apoyaron al equipo toda la temporada pasada. Los que lo sufrimos durante treinta y ocho partidos sin bajarnos de Europa fuimos nosotros. Y que nos lo quiten de esta manera es bastante desilusionante».
Razones
Lo más extraño del caso para Martí es que nadie ha aclarado oficialmente las razones de la exclusión. «Todavía no nos han dicho por qué nos quedamos fuera y estamos ansiosos por saberlo porque nos sentimos impotentes. Ellos mandan y punto. Es como cuando íbamos en el colegio, que sólo jugaba el que traía la pelota. Es un momento difícil de asumir y no veíamos posible que pasara».
El jugador balear tampoco se cortó un pelo al referirse al presidente de la UEFA. «Platini sabe mucho de fair play», ironizaba. «Ha sido futbolista y debería saber perfectamente que los jugadores nos lo hemos ganado en el campo. Pero ahora sólo nos queda esperar y que el recurso prospere. Nos han hecho una jugarreta muy gorda, una mala jugada, sobre todo después de la excepcional campaña que hicimos». Martí abundó en el problema alegando que «toda la plantilla tenía ganas de jugar tres competiciones y esto le hará mucho daño. Yo he tenido la suerte de jugar UEFA y Champions y es otro mundo que hay que disfrutar. Nuestros aficionados se habrán quedado perplejos y ya no habrá ese ambiente veraniego que se vive siempre en la Isla».
El futbolista recordó que tras conocerse la salida de Europa, el estado de ánimo del grupo se desplomó. «Después del partido de Zwolle quedamos tocados y la cena no fue igual que siempre, no hubo tanta alegría, ni bromas. Ahora, los que llevamos más tiempo tenemos que coger las riendas y a animar al resto. Necesitaremos días para asimilarlo. El Mallorca no ha hecho nada malo como para que le quiten algo que es suyo», resaltaba. «Debemos tener tranquilidad y digerir esta tontería de la UEFA, aunque Laudrup nos anima porque ha sido jugador y sabe lo que es esto».