Gregorio Manzano Ballesteros ha declarado la guerra a Mateu Alemany Font y, por extensión, al Real Mallorca. El técnico jienense ha amenazado al actual propietario con una demanda por una presunta gestión irregular si no le garantiza el cobro íntegro de su ficha y premios especiales. Los servicios jurídicos del club balear, representados por el Bufete Buades, ya están al corriente de las intenciones del preparador andaluz, que durante las últimas semanas se ha cansado de pregonar su amor (¿?) a la entidad que ahora intenta dejar al borde del precipicio.
El gran objetivo de Manzano es quedar al margen de la Ley Concursal, que le convertirá en una acreedor más del Mallorca. A diferencia de los futbolistas, que tienen garantizado el cobro de sus fichas a través del fondo salarial de la AFE, el entrenador deberá negociar con el club una rebaja considerable de sus emolumentos y, probablemente, aplazar su cobro en varios años. Según ha podido saber este diario, las cantidades que debería recibir el andaluz esta temporada están totalmente fuera de mercado y se aproximan a los 2 millones de euros, si se contabiliza la prima por la Europa League.
La relaciones entre Alemany y Manzano están totalmente rotas. El abogado de Andratx, hastiado ante las constantes muestras de deslealtad del preparador andaluz, ha trasladado el conflicto a los abogados del club.
El surrealismo de Pons
Paradójicamente, Nando Pons, realizó ayer unas declaraciones surrealistas a la cadena SER. El director deportivo, que desde hace varias semanas está al corriente de las intenciones de Manzano, aseguró que «yo todavía no daría por descartado el tema de Gregorio Manzano, parecer ser que es así, -que no continuará- pero a mí me encantaría que siguiera, no tengo que negar que para mí es el entrenador perfecto para un club como el nuestro, pero mi obligación es tener alternativas al tema, otra cosa es que se haya presentado alguna lista, que no ha sucedido. Una vez que el propietario nos dé la línea a seguir, entonces descartaremos o no a Gregorio Manzano y seguiremos con la línea que nos marquen».