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Alta tensión

La visita del Mallorca a San Mamés llega en medio de un divorcio absoluto por el «caso Aduriz» y con Europa en juego

Al Mallorca le espera un ambiente hostil este próximo domingo en San Mamés.

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En la última década, desde aquella eliminatoria copera de 1998 cuando Luis Fernández prendió la mecha, los enfrentamientos entre Athletic de Bilbao y Mallorca están cargados de voltios. Con el duelo del próximo domingo avistando ya en el horizonte, las llamas comienzan a avivarse. Por segunda visita consecutiva, no se celebrará la tradicional comida entre las directivas. Tampoco el club bilbaíno pondrá facilidades a la hora de repartir entradas, aunque están aseguradas las 500 localidades para los aficionados mallorquinistas que estarán en las gradas de San Mamés. Incluso la rumorología alcanzó ayer su grado máximo cuando se comentó que el Athletic iba a solicitar al Comité de Competición que actuara de oficio y sancionara a Keita y Aduriz por su pelea el pasado domingo. En la capital vizcaína lo desmintieron...
La última chispa que ha propagado el incendio en este clásico, afecta al caso Aduriz. El club balear adeuda al de Ibaigane una porción notable por el traspaso del delantero guipuzcoano, una circunstancia que provocó la denuncia de la entidad vizcaína y que puede desembocar en la denegación al Mallorca de la Licencia UEFA, un requisito indispensable para disputar competición europea la próxima temporada.
La rivalidad nació hace una docena de años. El Athletic se conjuró para conquistar la Copa en el año de su Centenario, pero se topó con un recién llegado a la nobleza. Un Mallorca que de la mano de un desconocido Héctor Cúper se había convertido en la revelación del curso. El equipo isleño perdió 2-1 en San Mamés, pero preparó a conciencia la vuelta, un duelo que Luis Fernández se encargó de calentar. Un solitario gol de Jovan Stankovic en un Lluís Sitjar hostil contra el Athletic apartó a los bilbaínos de su Copa y allanó una travesía que desembocó en aquella final de Mestalla.
Después llegó una sonrojante goleada en el Sitjar (6-1) en una tarde marcada por la extraña equipación del Athletic, unos pantalones verdes que les cedió el club balear de infausto recuerdo.
Tras unas campañas de paz, el fichaje de Aduriz lo alteró todo. En el mercado invernal de la pasada campaña, una denuncia del Athletic impidió al club realizar fichajes. Y hace unos meses, el club bilbaíno, rival directo en la lucha por Europa, también denuncia ante la UEFA al Mallorca por impago. Para condimentar el duelo, el presidente Tomeu Vidal tildó de «maleducado» a Macua... El domingo, se vivirá un nuevo capítulo de un duelo de alto voltaje.

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