Una Champions no se gana todos los días y dos consecutivas mucho menos, por lo que el Palma Futsal ha celebrado por todo lo alto su reconquista europea en Ereván, donde no ha tenido mucho tiempo para saborear el éxito antes de emprender el viaje de regreso a casa. Los flamantes bicampeones de Europa, que este lunes reciben el reconocimiento institucional y de los aficionados en el Consolat de la Mar, festejaron el hito alcanzado sobre la pista del Demirchyan Arena, en el autocar y en su hotel de concentración en la capital de Armenia antes de un viaje de vuelta en el que el cansancio ha empezado a hacer mella tras el esfuerzo titánico para golear al Barcelona en la final.
El éxtasis del Palma Futsal comenzó justo cuando terminó el partido y comenzaron los abrazos, bailes, cánticos y lágrimas de alegría sobre la pista negra de la UEFA. Los jugadores recibieron el pasillo del conjunto azulgrana antes de que Carlos Barrón levantara por segundo año consecutivo el título de la Champions que alarga la imbatibilidad europea de los de verde pistacho, que lucían una camiseta conmemorativa para presumir al mismo tiempo de medalla. Felices aunque aún en algunos casos sin alcanzar a valorar en su justa medida el hito de ganar la Copa de Europa dos años consecutivos, los jugadores y el cuerpo técnico prolongaron los festejos y la diversión en el vestuario.
La música, los bailes y las palmas le pusieron la banda sonora al autocar de regreso al hotel Radisson Blu de Ereván que ha sido su cuartel general durante la Final Four de la UEFA Champions Futsal. La canción 'Noche ochentera', que fue protagonista de la conquista continental el año pasado en el Velòdrom Illes Balears, resonó con fuerza entre muchas de los 'hits' del momento y algunos cánticos habituales de las gradas del Palau d'Esports de Son Moix.
Otra de las canciones que ha entonado el equipo en las últimas horas ha sido una de las más populares que retumban en las gradas del Santiago Bernabéu para celebrar las múltiples conquistas europeas del Real Madrid. El «¡Cómo no te voy a querer!» también resonó en varias ocasiones junto a otros cánticos con mensaje como el «Chaguinha quédate» o pidiendo la renovación de Gordillo entre otros para Antonio Vadillo o José Tirado.
El técnico jerezano cumplió con la tradición que inició el año pasado tras la conquista de la primera Champions en el Velòdrom Illes Balears de encenderse un puro y acostarse aunque solo fuera un rato con el trofeo de la Champions para volver al autocar que trasladaba al equipo de madrugada de Ereván hasta Palma con previo paso por Viena.