Es el apellido de moda en el fútbol sala español. Y europeo. Tras llevar al Mallorca Palma Futsal a tocar el cielo en la Champions League, Antonio Vadillo suma su primer gran título oficial al frente del proyecto isleño, culminando una larga trayectoria ya en el banquillo de Son Moix, con la que dio continuidad a su carrera como jugador. La recompensa a años de entrega y fe de un trabajador del deporte, como lo es también uno de sus familiares más próximos, y gran seguidor también del conjunto isleño, no siendo raro verle por las gradas del Palau.
Porque la protagonizada por Antonio no es la primera gran alegría para los Vadillo Sánchez, jerezanos de nacimiento pero ya mallorquines por los cuatro costados. Porque su hermano Dani, preparador y reconocido coach de motociclismo, ya sabe lo que es también tocar el cielo en el deporte de las dos ruedas. Sigue enrolado en el presente en el equipo Leopard Racing, en el Mundial de Moto3 y con el español Jaume Masiá y el japonés Tatsuki Suzuki como pilotos. Pero en esa misma estructura, Dani ya conoció las mieles del éxito, como lo ha hecho su hermano Antonio en el Velòdrom Illes Balears.
Porque Dani Vadillo fue parte indispensable del primer título mundial logrado por el piloto mallorquín Joan Mir, en 2017 y en Moto3. También con el Leopard Racing, con el que dos años después repetiría logro el pequeño de la saga, ayudando al italiano Lorenzo Dalla Porta a hacerse con el cetro en la categoría 'pequeña' del Mundial en 2019. Campeones del mundo y de Europa, los Vadillo vuelven a sonreír estos días. Esta vez le toca a Antonio, acompañado por un orgulloso Dani, a quien el técnico del Mallorca Palma Futsal también acompañó cuando la fiesta era sobre ruedas. Y quién sabe si no será la última de este 2023. El equipo balear aspira ahora a la Liga y Dani Vadillo peleará con Masiá y Suzuki por hacer algo grande en el Mundial de Moto3.