Un mes y medio después de caer en las semifinales por el título, llega el momento de sacudirse la arena de las chanclas después de las vacaciones. El Palma Futsal inaugura este lunes la temporada 2019-20 con las pruebas médicas y tres caras nuevas a las órdenes de Antonio Vadillo, que el miércoles asumirá el mando sobre el parquet.
Ximbinha, Raúl Campos y Rafa López son las grandes novedades del nuevo proyecto del Palma Futsal, que mantiene el grueso del pasado curso pese a las salidas de Felipe Paradynski y Joselito y la más que probable marcha de Bruno Taffy, que tiene pie y medio en el Tyumen ruso.
Las instalaciones del Real Club Náutico de Palma son esta mañana el escenario de la primer toma de contacto de los jugadores para someterse a las revisiones. Por la tarde será el momento de someterse a estudios de biomecánica y de podología por la tarde con el objetivo de encarar los entrenamientos en las mejores condiciones.
Este martes el presidente del club, Miquel Jaume, dará la bienvenida a la plantilla, que realizará la sesión fotográfica y disfrutará de una comida de compañerismo antes de empezar a sudar de verdad. Y es que a partir del miércoles Son Moix será el centro de operaciones de la escuadra isleña, que sentará las bases físicas y tácticas antes de engrasar la maquinaria en los partidos amistosos.
Los primeros ensayos se desarrollarán en tierras menorquinas, donde jugará ante el Industrias Santa Coloma y ElPozo o Mercadal los días 16 y 17 de agosto. Tras el habitual periplo por tierras gallegas, los de Vadillo se presentarán el 30 de agosto en Son Moix ante el Betis.
El Palma Futsal afrontará la que será su décima temporada consecutiva y la undécima de su historia en la máxima categoría del fútbol sala nacional, donde aspira a seguir ejerciendo de alternativa a los grandes como ha hecho especialmente en las últimas temporadas. El objetivo volverá a ser meterse tanto en la Copa de España como en los playoffs por el título y, como es habitual, intentar dar un paso más.
Los de Ciutat ya han acreditado su capacidad de codearse con los mejores y alcanzar una final, en especial en las competiciones de formato corto como la Copa de España o la Copa del Rey, es el desafío de un curso en el que los movimientos del mercado apuntan a una gran igualdad por hacerse con los puestos de privilegio.