Enric Mas (Movistar) fue uno de los grandes protagonistas de la novena etapa de la 79 Vuelta a España que finalizó en Granada con un gran ataque en la ascensión definitiva al alto de Hazallanas aunque finalmente «no ha servido para nada».
«Me quedo con las sensaciones, que han sido muy buenas, aunque no ha servido para nada», explicó el español, que se quedó satisfecho por su actuación pero resignado por no haber podido restar ni un solo segundo ni con el líder Ben O'Connor (Decathlon-AG2R) ni con Primoz Roglic (Red Bull-Bora).
Mas recordó que por la cima de Hazallanas había pasado con 1:20 sobre el grupo en el que iban O'Connor y Roglic, que no fueron capaces de seguirle cuando atacó en las primeras rampas, aunque se mostró confiado en poder ratificar su actual nivel «en Lagos de Covadonga o los otros finales en alto y que sirva para algo».
El mallorquín también sufrió un notable susto que se vivió en directo con las imágenes de Televisión Española y que estuvo a punto de hacerle caer tras derrapar en una curva en el descenso que incluso le hizo saltar sobre el sillín y perder momentáneamente el control de la bici. «El susto ha sido en la bajada por el viento y gracias que no me he caído porque hubiese sido una caída fea». No obstante, Mas también explicó que había sufrido en el transcurso de la etapa otros sustos que le obligaron a «rectificar la trayectoria».
Sobre si se siente el más fuerte subiendo por la soberbia actuación que había protagonizado en Hazallanas, el de Artá no quiso pronunciarse y reconoció la importante actuación que había protagonizado el vencedor de la etapa, el británico Adam Yates (UAE Emirates). «Ha ganado Yates, ¿no?. Hoy el más fuerte ha sido Yates», zanjó.