El mejor equipo español de la historia, la estructura que había llevado a Miguel Indurain a ganar cinco Tours de Francia y dos Giros de Italia y antes situó a Perico Delgado en lo más alto del podio de los Campos Elíseos, veía peligrar su futuro a medida que avanzaba el año 2003. Banesto, icónico patrocinador del proyecto encabezado por José Miguel Echávarri y Eusebio Unzué, se echaba a un lado y peligraba el futuro de un emblema del deporte español.
Después de caerse de la carrera por la Copa del América de vela, el recién llegado Govern de Jaume Matas buscaba otro golpe de efecto a nivel mediático y deportivo. Y ahí surgió la oportunidad de unir su marca a la del equipo ciclista de referencia. En un momento en el que el capital público se convirtió en sustento de buena parte del pelotón (Andalucía, Comunidad Valenciana, Galicia, Euskadi...), Baleares tenía la oportunidad de hacerse con la mejor baza: el heredero de los legendarios Reynolds y Banesto.
Entrado el mes de septiembre de ese año 2003 trascendió la noticia. Un proyecto nacido de una partida de pádel disputada en Marivent y en la que fueron protagonistas el presidente del Govern por entonces, Jaume Matas, y el que fuera duque de Palma, Iñaki Urdangarin, ejerciendo de intermediario quien fuera director general de Esports, Pepote Ballester. Tras ella, y en un ambiente relajado, Urdangarin les habría propuesto ejercer como intermediario para que el ejecutivo balear asumiera el patricinio del emblemático equipo ciclista Banesto y, a su vez, poner en marcha una oficina de seguimiento de la escuadra, que tendría como nombre Illes Balears.
Todo ello, acabó derivando en una de las piezas y partes del 'caso Nóos', en cuyo juicio declaró telemáticamente el mánager de la escuadra, José Miguel Echávarri, que admitió que la contratación por 300.000 euros a Nóos Consultoría para que gestionara la citada oficina del proyecto fue una decisión que adoptaron el Govern balear y la empresa de Iñaki Urdangarin y Diego Torres, dentro de la línea de colaboración con Abarca Sports, titular de los derechos del equipo de la máxima categoría profesional de la UCI.
Las primeras informaciones sobre los contactos añadían datos como la posible presencia del alemán Jan Ullrich como fichaje estrella del futuro Illes Balears-Banesto, buscando el reclamo del público alemán dentro de la estrategia de elemento de difusión de la imagen de las islas a nivel turístico. También se establecía la contratación de corredores isleños, con Joan Horrach, Toni Tauler, Vicenç Reynés y Toni Colom como principales objetivos, llegándose incluso a plantear la presencia de los 'pistards' Joan Llaneras o Miquel Alzamora.
Agotado septiembre de 2003, el acuerdo ya era un hecho y se plasmó en el Consolat de Mar. Nacía el Illes Balears-Banesto, con la entidad bancaria, enrolada dentro del radio de acción del Santander ya por entonces, como segundo espónsor en 2004, para desde 2005 asumir el patrocinio en solitario el Govern. No llegó Ullrich, pero sí ficharon Colom, Horrach, Reynés y Tauler, y la estructura de mantuvo con Paco Mancebo como jefe de filas y la columna vertebral del pasado ejercicio (Arrieta, Lastras, García-Acosta, Iván Gutiérrez...).
El acuerdo era por tres años, lo que restaba de legislatura, y en 2005 se dio un golpe sobre la mesa, con la incorporación de Alejandro Valverde, quien asumiría la jefatura de filas de la estructura hasta su retirada en 2022. El importe pactado era de 18 millones de euros, aunque el ascenso del Menorca Bàsquet a la ACB llevó al Govern a desviar 4'5 dirigidos al equipo ciclista al proyecto de referencia del deporte de la canasta para poder hacer realidad su inscripción, lo que derivó en una reclamación posterior.
Las victorias se sucedieron (entre ellas, y en diferido, el Tour de 2006 de Óscar Pereiro tras la descalificación de Landis) a lo largo de las tres temporadas de relación entre Illes Balears y Abarca Sports, aunque en 2005 se produjo otro movimiento clave: la entrada de Caisse d'Epargne. La entidad bancaria francesa se sumaba como segundo patrocinador para darle la vuelta a la marca en 2006 y quedarse con el 100% de la marca desde 2007, cuando el Govern, en la cuenta atrás hacia las elecciones, decidió no renovar el acuerdo.
Fue el súbito final de un proyecto que dio un golpe mediático en el mundo del deporte, colocó a Baleares dentro del pelotón profesional y permitió unir la imagen de las islas al hoy Movistar Team, liderado casualmente por un mallorquín, Enric Mas (también corren Lluís Mas y el menorquín Albert Torres), y que sigue siendo más de cuarenta años después de su nacimiento, el buque insignia del ciclismo profesional de carretera español. Aunque, hace veinte años, ese Movistar de hoy fue el Illes Balears.