La Ciudad Deportiva Camilo Cano de La Nucía albergará a partir del lunes el Campeonato de Europa sénior de pádel y lo hará por primera vez con un mallorquín como integrante de la selección nacional. Xisco Monterde pone rumbo a tierras alicantinas dispuesto a cumplir un sueño una vez que la convocatoria convocatoria ha multiplicado su ilusión por la competición.
«Hacía mucho tiempo que no tenía tanta ilusión por jugar», explica Xisco Monterde, que viajará el domingo para concentrarse junto a los otros seis jugadores que defenderán los colores de España en un Europeo que contempla categorías de competición de mayores de 40 años hasta mayores de 60. Lleva diez días de preparación intensa para el certamen continental que ha renovado su pasión por la competición gracias a una llamada que le llegó casi por casualidad.
A sus 53 años le llega a una nueva oportunidad de medirse con la élite internacional después de haber tenido experiencias del máximo nivel tanto en el World Padel Tour como en los diferentes campeonatos nacionales en los que tomó parte, pero la ocasión le llegó «de rebote». «El seleccionador me vio en un torneo que estábamos jugando en la Rafa Nadal Academy y me dijo si podría disputar el Europeo. Y pensé que es una oportunidad que valía la pena», comenta Xisco Monterde, que es zurdo, juega de derecha y está llamado a tener que jugar muchos partidos.
La participación en la cita continental en la que podría forma pareja con Dani Gutiérrez le ha llevado a tener que organizarse para ausentarse una semana de su trabajo. Es codirector de XXPádel Mallorca junto a Xisco Quesada en las instalaciones del Freedom Wellness Club Mallorca en Marratxí, donde combina la gestión y las clases como entrenador.
«Quiero ganar sí o sí», afirma Xisco Monterde, que deja claro su carácter competitivo. «Quiero jugar todo lo que pueda y hacer el mejor papel posible», manifiesta el jugador mallorquín, que señala a los representantes franceses como los grandes rivales de los anfitriones para pelear por el triunfo final.
Hace casi tres décadas que concentró sus esfuerzos en el pádel después de haber jugado a tenis, un deporte en el que él mismo asegura que no pasó de ser «un jugador mediocre». En cualquier caso, su buena base sobre la pista le permitió progresar y rápidamente y convertirse en una de las referencias del panorama regional. «En el tenis necesitabas muchas horas de trabajo para estar con los mejores y en el pádel, al principio, podías depender de tener un poco más de mano, pero en la actualidad se ha igualado todo y sin mucho trabajo es imposible destacar en el pádel», comenta Xisco Monterde, que expresa su agradecimiento a firmas como Dunlop y a Prinsotel, que le ha apoyado a lo largo de una trayectoria a la que quiere añadir su muesca más brillante.