La selección española masculina de waterpolo se ha proclamado este domingo campeona del mundo por tercera vez en su historia en la final del Mundial de Budapest 2022, al vencer a Italia en los penaltis (9-9 (6-5)) y resarcirse de las tres gran finales anteriores que perdieron ante los transalpinos, entre ellas la de hace tres años en Gwangju 2019. Los de David Martín mostraron su garra para volver a liderar el mundo 21 años después y alcanzar una gloria que les ha sido esquiva en los campeonatos más recientes. Los penaltis decidieron tras la igualdad en el encuentro (9-9), pero Eduardo Lorrio se vistió de héroe para parar el último penalti al italiano Cannella y destronar a los vigentes campeones del mundo.
Triunfo que permitió a España tomarse la revancha de la derrota que encajó hace tres años, precisamente ante el conjunto italiano, en la final de los Mundiales de Gwangju, donde los de David Martín cayeron por un claro 10-5. Un marcador que el conjunto español pareció en disposición de devolver este domingo en Budapest a los de Alessandro Campagna, tras situarse con una renta de cuatro goles (4-8) mediado el primer parcial. Diferencia que Italia logró enjugar para forzar la ronda de penaltis, donde Eduardo Lorrio, suplente a lo largo de todo el torneo, se convirtió en el héroe del equipo español tras otorgar la victoria al equipo español al detener el último lanzamiento de Giacommo Cannella.
La selección de Grecia, por su parte, logró su tercera medalla de bronce en unos Campeonatos del Mundo tras imponerse este domingo por 9-7 a Croacia, en la final de consolación de los Mundiales de Budapest. El triunfo se cimentó en la gran puesta en escena del conjunto heleno, vigente subcampeón olímpico, que mediado el segundo cuarto dominaba por un claro 4-0 en el marcador. Pero ni así se rindió Croacia, tercero en los pasados Mundiales de Gwangju 2019, que logró reducir su desventaja a tan sólo dos tantos (8-6) a falta de poco más de siete minutos para la conclusión del encuentro. Tiempo en el que Grecia demostró su fortaleza mental no sólo para resistir las acometidas del equipo balcánico, sino para dejar sentenciada definitivamente la contienda a dos minutos para el final con un gol (9-6) de Konstantinos Genidounias, que hizo estéril el postrero tanto (9-7) del boya Josip Vrlic para los croatas.