El mundo de la vela balear recibió un duro golpe tras conocer este martes la pérdida de quien fuera primero regatista y más tarde maestro de quienes recogieron su testigo en los campos de regatas. La muerte de Santi Cañellas, de 61 años de edad, supone el adiós a quien fuera regatista de las clases Optimist y Europa en las décadas de los 70 y 80 del siglo pasado. En la actualidad, como recoge Gaceta Náutica, formaba parte de los equipos de logística de las principales pruebas que se celebran en aguas de la Bahía de Palma, como la Copa del Rey, el Princesa Sofía, el Trofeo Ciutat de Palma o la PalmaVela, entre otras.
Tras poner fin a su etapa como deportista, llegando a lograr éxitos como el título continental de la clase Europa, se apartó un tiempo de la vela, para regresar más adelante en un periodo en el que se volcó con la docencia y la enseñanza de esta modalidad, trabajando en lugares tan emblemáticos como la desaparecida Escuela Nacional de Vela de CalaNova -en la etapa en la que el hoy rey Felipe era un alumno más-, la Federación Balear, el Club Marítimo del Molinar o la Escuela Balear del Deporte (EBE), donde coincidió con numerosos regatistas que, más tarde, lograron éxitos notables para esta modalidad a escala estatal e internacional.