Comparten muchas cosas, son pareja en la vida cotidiana, pero lo que realmente les une es su pasión por el ciclismo. El deporte que cruzó sus caminos y que les lleva a compartir muchos kilómetros dando pedales. Los profesionales Xavi Cañellas y Yurani Blanco afrontan un 2021 plagado de ilusiones e interrogantes, sin un calendario claro, pero las expectativas de demostrar su clase. El de Puigpunyent, tras cerrar su etapa en el Caja Rural, cambia de maillot para vestir el del Gios-Kiwi Atlántico, mientras que Blanco repite en las filas del consolidado bloque del Bizkaia-Durango.
Juntos pasan muchas horas sobre el asfalto, «haciendo entrenamientos parecidos, con rutas similares y adaptándonos cada uno a las necesidades del otro», explica Yurani, que acabó sus estudios de Educación Infantil y cursa Psicología a través de la UOC, quien a la vez remarca que los chicos «hacen más horas y kilómetros, pero yo procuro no perder su ritmo».
Su estilo de vida únicamente contempla «la bicicleta» como filosofía, aunque en invierno practican excursionismo o pádel como complementos a su preparación. «Entrenamos, descansamos, hacemos gimnasio y carretera... Es la rutina», asegura Xavi, en cuya hoja de servicios la carretera ha ido ganando espacio sobre la pista, con victorias como la lograda el pasado año en Bosnia Herzegovina, que estrenó su palmarés profesional en ruta, dividiendo su trabajo «en un 70% carretera y en un 30% restante la pista». Yurani, por su parte, ya centra «el 100% del trabajo en la carretera».
Cañellas tenía previsto comenzar en Portugal, en el Alentejo, pero finalmente se frustró esa idea y se centrará en el calendario nacional. Blanco tiene dudas, «pues las carreras World Tour se mantendrán... El resto, no está nada claro», advierte, a la vez que señala el Giro de Italia como «un reto motivante».
Xavi define a Yurani como una ciclista que «se desenvuelve bien en las fugas y sabe llevar un ritmo alto durante mucho tiempo». A su vez, ella le describe como «un ciclista metódico, aplicado, con punta de velocidad y que pasa bien la montaña, sabiendo moverse en grupos pequeños». Eso sí, a ambos les une una pasión: la bici.