Ha arbitrado finales de Campeonatos de Europa júnior y femenino, incluso eliminatorias decisivas de la Copa de Europa. También ha ejercido como auxiliar de mesa en varios Mundiales (Barcelona 2003 y 2013) y Europeos (Barcelona 2018). En su historial como colegiada internacional de waterpolo figuran incontables partidos de la División de Honor o Copas de la Reina, pero la exigencia que a nivel profesional y personal está viviendo Poli Baños estas semanas, dista años luz de lo que pasa en una piscina.
La única árbitra española de waterpolo con rango FINA, la mallorquina Poli Baños, vive la crisis del coronavirus desde el centro hospitalario de referencia en Balears. Desde la UCI Neonatal de Son Espases «recibimos a embarazadas positivas», y aunque ven desde cierta distancia los puntos más críticos del hospital, «toda precaución es poca. Aunque lo más duro es aplicar el protocolo de separar a los niños y niñas recién nacidos de sus madres...», afirma horas antes de iniciar otro largo turno.
Por suerte, «los bebés de madres positivas han dado negativo», aunque su nivel de actividad y tensión no baja en ningún momento, refiere Poli, que compagina su profesión como enfermera con su pasión por el waterpolo y el arbitraje.
Las largas jornadas llevan consigo «un enorme desgaste físico y psicológico, más cuando no sabes dónde puede estar el peligro. Eso sí, ahora las medidas de protección se han extremado y parece que se ha controlado la situación, aunque no se puede bajar la guardia en ningún momento. Se ha demostrado la fuerza y la facilidad con la que la COVID-19 se contagia y nosotros somos los primeros que debemos dar ejemplo en ese sentido», explica Poli Baños, que posee los rangos europeo (LEN) y mundial (FINA), marcando todo un hito dentro del arbitraje femenino y de waterpolo a escala balear y española.
Confía Baños en que «pronto se estabilice todo y podamos volver a la normalidad, aunque no será algo fácil, será muy escalonado y habrá que ser muy cautos para no perder en un momento todo lo que se ha ganado a lo largo de las últimas semanas».
Más allá de lo profesional, a nivel personal están siendo semanas duras en lo personal para Poli Baños, a quien los peligros de contagio y su exposición constante le ha llevado a alejarse de sus seres más queridos para evitar cualquier problema añadido. «Llevo varias semanas sin ver a mi hijo (con necesidades especiales), que está pasando este momento tan difícil con mi madre. Y eso lo hace más duro todavía...», admite la colegiada internacional, todo un referente para el estamento en Balears, con cuyos miembros comparte su dilatada experiencia en competiciones nacionales e internacionales.
«Estamos en una sección limpia, hay pocos casos, pero estamos para ayudar en lo que haga falta. Están siendo semanas muy exigentes...», refiere Poli, una colegiada en primera línea.