El municipio de Artà, de unos 7.000 habitantes, se volcó este lunes con Enric Mas, subcampeón de La Vuelta de España 2018, y organizó una fiesta en su honor.
«Me han de perdonar, estoy un poco nervioso y si cometo algún fallo es por eso», dijo un emocionado Mas desde el balcón del Ajuntament de Artà a cientos de 'artenencs' que llenaban la plaza de la localidad.
«Es la primera vez que subo aquí -continuó- y espero que no sea la última. Es impresionante verlo todo desde aquí y me agradaría dar las gracias uno a uno a todos los que estáis aquí y a aquellos que no han podido venir por trabajo u otro motivo. Gracias por todo», añadió el deportista balear, que a sus 23 años está considerado la gran futura estrella del ciclismo español.
Mas, que recibió diversos obsequios, llegó a la sede del ayuntamiento caminando y acompañado por los «xeremiers», familiares, amigos, y fue recibido por las autoridades encabezadas por el alcalde de la localidad, Manuel Galán.
El ciclista mallorquín fue felicitado de manera efusiva por sus paisanos, que le dieron la mano, le hicieron un pasillo y se fotografiaron con él antes de que fuera recibido por las autoridades.
Todos los discursos previos a la intervención de Mas coincidieron en destacar la gran gesta de su paisano en la Vuelta a España, en la que subió al podio 70 años después de que lo hiciera otro corredor balear, Bernat Capó en 1948.
Artà vibró con el éxito del ciclista del equipo Quick Step, que se suma al que en su momento conquistó otro 'artenenc', Miquel Alzamora, antiguo entrenador de Mas, campeón del mundo en la modalidad en pista de madison (50 kilómetros) en 1997 junto al también mallorquín Joan Llaneras.
Sensaciones
El subcampeón de la ronda hispana -tercero fue Miguel Ángel López (Astana)- ha admitido que solo «en los últimos días» pudo intuir que podía hacer algo grande. «Poco a poco lo voy asimilando, pero no fue nada fácil, sobre todo, en la primera semana. Ya al final me lo pude imaginar. Hay gente que me preguntaba '¿sabes lo que has hecho'?. Y yo le decía que no, quizás en un par de días, cuando lo vea repetido, lo apreciaré más», ha explicado el ciclista balear.
Mas cree que a sus 23 años, y pese a que muchos le consideran el corredor del futuro del ciclismo español, todavía tiene mucho que aprender. «Cuando me comparan con Alberto Contador siempre digo que me gustaría conseguir lo que él ha conseguido, pero él es Alberto y yo Enric», explica Mas, quien perteneció al equipo de la Fundación Alberto Contador en su calidad de amateur Sub-23.
A la pregunta de si se considera el mejor ciclista balear de la historia -un corredor de las islas no subía al podio de una Vuelta a España desde que lo hizo Bernat Capo, en 1948- Mas respondió: «¿Yo?. No, Hay mucha gente que ha conseguido más cosas. Empiezo ahora y espero que no se lo último que celebre».
El ciclista balear ha confirmado que descansará «algunos días» para concentrarse después en Sierra Nevada con el equipo español, capitaneado por Alejandro Valverde, que competirá en el Mundial de Innsbruck (Austria).
«Alejandro en ese tipo de pruebas no falla nunca y a mí me tocará trabajar para él y lo haré encantado», dijo Enric Mas, quien descarta, por ahora, escuchar ofertas de otros equipos profesionales.
«En el Quick-Step estoy muy a gusto (tiene un año más de contrato). Para mí es un equipo especial, el que me ha dado la oportunidad de pasar al profesionalismo y no me planteo nada porque me tratan muy bien», ha precisado Enric Mas.