Casi ochocientos niños han disfrutado este miércoles en Gijón con algunos jugadores de la selección neozelandesa de rugby, los «All Blacks», de una mañana de rugby en la que ha predominado el compañerismo y el respeto, unos valores que, según han asegurado, son «indispensables» para la práctica de este deporte.
El complejo deportivo de Las Mestas ha sido el escenario en el que se ha desarrollado esta actividad con varios representantes de los «All Blacks», que el viernes recogerán de manos del Rey Felipe el Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2017.
Los escolares, de entre diez y once años y procedentes de 71 centros, se han convertido en los «Small Blacks» para participar en partidos reducidos de rugby bajo la supervisión de varios monitores de rugby de distintos equipos asturianos y de los propios neozelandeses.
Entre este grupo destacaba la presencia de las jugadoras de la selección española Patricia García, que ha hecho de maestra de ceremonias con los «All Blacks» y ha participado en los partidos, y la asturiana Berta García.
A pesar de la lluvia, que ha estado presente durante toda la mañana, los cinco representantes de los «All Blacks» se han sumado a estos partidos, lo que ha permitido ver a los escolares compartir césped y risas con los referentes mundiales de este deporte.
Además, una selección de estos alumnos ha leído un decálogo de conducta redactado por los centros participantes, basado en el respeto al contrario, árbitros e instalaciones, y en el que se asociaba el concepto de «familia» al de equipo, y que ha sido entregado a cada uno de los integrantes de los «All Blacks».
Uno de ellos, Grant Fox, ha reconocido la «importancia» de estos valores en la práctica de rugby, presentes en «la manera de entender la vida y el deporte de su selección» y a los que ha situado por encima de los éxitos deportivos, y ha animado a los niños allí presentes a «seguir practicando rugby».
Algo en lo que ha coincidido con uno de los árbitros de esta mañana, Ignacio Iglesia, que ha destacado la importancia del «respeto» en la práctica de este deporte, y que queda evidenciada en el «tercer tiempo», una práctica habitual en el rugby que reúne a los dos equipos al finalizar el encuentro para compartir una comida o un aperitivo.
La mayoría de los niños ha reconocido que no había practicado este deporte anteriormente, pero tal y como han asegurado Luca, Sara y Emma, de once años, la actividad les «enganchó desde el principio» pese a las dificultades para recordar normas como «pasar hacia atrás siempre».
Sara ha confesado que lo que más le ha sorprendido de los «All Blacks» es «la haka», una danza maorí que realizan antes de cada partido, algo que también ha impresionado «pero menos» a Luca, que ya la conocía.
Una haka que no ha faltado en esta mañana de rugby, ya que un grupo de 150 alumnos ha recibido a los representantes de los «All Blacks» con una de estas danzas, que ha sacado las sonrisas de todos ellos.
El evento ha concluido con otra «haka», representada por un grupo de maoríes, y con la entrega de regalos, balones y camisetas, a cada uno de los colegios que han formado parte de «Small Blacks».