La ilusión blanquinegra de Inca por el Constància resurge a borbotones. De superar hoy (20:30 horas) al Melilla en la Copa del Rey, se enfrentaría en dieciseisavos de final a un equipo de Primera que disputa competición europea como el Barcelona, con el que ya jugaron en 1933, y el 7 de mayo de 1944, cuando empataron en Inca a un gol, y perdieron en la ciudad condal por 4-1. También aguardarían Real Madrid, Valencia, Málaga, Atlético de Madrid, Athletic o Levante.
Antes, los del Raiguer deberán superar un escollo nada fácil, el Melilla en el Camp Nou.
En las horas previas al trascendental partido, el técnico Joan Esteva señaló que «la ilusión está presente en todos. Es importante para el club, la afición, jugadores, y para mí mismo».
Las bajas de Canals, Oller, y Nené, continúan, y se añade la de Esteban por sanción. «Intentaremos suplirlas con lo que nos queda», aseguró el preparador.
La falta de gol en los últimos encuentros «es circunstancial», para Esteva. «Generamos ocasiones, pero excepto ante el Xàtiva hemos realizado ocasiones de gol. Ha faltado acierto», añadió.
Ante el equipo melillense, Esteva no reservará nada, «tampoco podemos. No hay nada que reservar, pondremos en liza todo el potencial de que disponemos».
El meta Sergio será titular como hasta ahora en la Copa, confirmó el técnico catalán. «Este partido no tiene nada que ver con los otros. No es necesaria la victoria. Un empate y superar en los penaltis es suficiente», dijo.
Esteva destacó del rival que «tiene una plantilla veterana con muy buen juego aéreo, con transición y rápido. Tiene jugadores desequilibrantes. Habrá que hacer un buen partido».
El jugador Biel Guasp significó que «controlaremos el ansia que vamos acumulando en las horas previas». Nacho, por su parte, se mostró más confiado. «Pasaremos la eliminatoria», aseguró. Sobre las dudas en la delantera inquera recordó que «realizamos ocasiones de gol en los últimos partidos, a pesar de que no hayan entrado».
Por último el vicepresidente de la entidad Guillem Batle espera que reaccione la afición. La venta de entradas va a buen ritmo, pero el aforo podría superar las dos mil personas.