España sumó ante Australia su segunda victoria en la competición olímpica de waterpolo (13-9), un triunfo del juego coral que les acerca a su objetivo, los cuartos de final, después de superar a un rival que le complicó el partido sólo durante los dos primeros cuartos.
Diez de los once jugadores españoles que intervinieron en el partido marcaron. «Me alegro de que se repartan los goles, es consecuencia de nuestro juego», dice Rafa Aguilar, quien sabe que su equipo va a más cada día y que lo ocurrido ante Croacia será una anécdota para recordar en el futuro.
Fue el partido perfecto para recuperar sensaciones. Tras las buenas actuaciones de Daniel López Pinedo, volvió hoy a la portería Iñaki Aguilar y estuvo a gran nivel. También se reencontró Guillermo Molina, que marcó un tanto y dio dos asistencias de gol.
De salida, a España le costó controlar la anarquía del juego de Australia, un equipo imprevisible, que nada mucho, a quien le encanta jugar muy rápido y arriesgar al máximo.
Los oceánicos crearon problemas en el juego posicional, sobre todo por medio de Billy Miller, autor de los cuatro primeros goles de su equipo, y en defensa se aprovechó de las dudas de los de Rafa Aguilar en el chut exterior.
Felipe Perrone, de penalti, inauguró el marcador y tuvo una gran ocasión a la contra para poner el 2-0. David Martín, a un segundo para el final del cuarto puso de nuevo en ventaja a los españoles (2-1).
Iñaki Aguilar, que hoy volvió a ser el titular, cerró bien la portería, pero los automatismos no acaban de funcionar del todo bien en el juego. Albert Español, en una contra puso el 3-1, pero dos superioridades bien resueltas por Miller le dieron el empate a Australia (3-3).
Pero todo cambió a partir de entonces, un parcial 5-1 para España acabó con las esperanzas de los oceánicos. Fueron minutos en los que los de Aguilar aprovecharon sus jugadas con superioridad, cerraron bien en defensa y nadaron muy rápido.
Con 8-5 en el tercer cuarto, el partido sólo tenía color español. La máxima ventaja llegó con el 13-8, después de una jugada perfecta: una parada de Iñaki Aguilar, un pase lanzado a la contra para Perrone, una combinación con Mallarach y una asistencia para el gol de David Martín. Es el dibujo del juego de España, todos nadan, todos defienden, todos marcan.
El próximo rival de España será Grecia, mañana. Una victoria les abriría definitivamente una clasificación para cuartos que está muy bien encarrilada.