1.052.631,59 euros. Ésa es la cantidad que los administradores concursales del Real Mallorca SAD reclaman a Nando Pons a través de un demanda en acción de reintegración que ya ha sido remitida a jueza María Encarnación García y a la que ha tenido acceso este diario. El requerimiento consta de medio centenar de folios y entre ellos se incluyen todo tipo de documentos que airean los embrollos del todvía director deportivo durante la etapa de Vicenç Grande al frente de la entidad.
El millón de euros solicitado ahora corresponde a la gratificación con la que el propio Grande obsequió a Nando Pons tras la venta de Dani Güiza (máximo goleador de Primera División en la temporada 2007-08 con 27 tantos) al Fenerbahce turco. En la citada demanda, los administradores recuerdan que se trata de «un acto eminentemente perjudicial para la masa activa porque salió de la concursada, y de forma absolutamente gratuita, un montante de 1.052.631,59 euros». Incide también en que el movimiento fue «realizado dentro de los dos años anteriores a la fecha de la declaración del concurso» y que representa «un acto gratuito en tanto que mera donación simple. Y, al ser gratuito, se presume el perjuicio patrimonial para la concursada sin admitir prueba en contrario». No obstante, el párrafo más demoledor del documento emerge dos puntos después y destaca que «nunca antes un director deportivo de la concursada había sido gratificado por participar en las negociaciones para la venta de los derechos federativos de un jugador».
Todo ello sin descuidar que «el acto es perjudicial para la masa activa porque sale del patrimonio de la concursada un dinero a cambio de nada, lo que representa una merma obvia del activo empresarial». Una serie de argumentos que dejan aún más envidencia la deficitaria gestión de Grande y la incomprensible actitud de Nando Pons, que todavía continúa aferrado a su cargo en el club a pesar de que la nueva propiedad ya le ha comunicado que no cuenta con él de cara al nuevo proyecto que acaba de iniciar este verano.
En base a esa exposición, los administradores concursales solicitan al juzgado que «declare que es ineficaz, por incurrir en causa de rescisión, el negocio jurídico concertado entre el RCD Mallorca SAD y el señor Fernando Pons Niza el día 27 de agosto de 2008» y que, «en virtud de esa rescisión», «condene» al director deportivo a pagar al club «los intereses legales a contar desde cada una de las fechas en que se efectuaron los tres diferentes pagos», además de asumir las costas del proceso. Abundando en esa línea, concluye que «de conformidad con lo que se previene por los artículos 253.1 y 251.2ª y 3ª. 2º de la Ley de Enjuiciamiento Civil expresa que fija la cuantía procesal de esta demanda en la cantidad de 1.052.631,59 euros, que equivale al importe reclamado».
Tal y como informaba ayer Ultima Hora, los administradores califican el premio como «un acto gratuito convenido en claro detrimento del patrimonio empresarial e inscribible en el período de los dos años de sospecha a que alude la Ley» y destacan que la gratificación recibida por Nando Pons no aparece en ninguna de las actas de las nueve reuniones del consejo de administración del Mallorca celebradas durante el año 2008.
El premio de Grande a Pons se concretó el 27 de agosto de 2008, cuandola vntaDaniel Güiza al Fenerbahce se había consumado un mes y medio antes. Por aquel entonces, el director deportivo percibía 200.000 euros netos por año más el doble de las primas que recibe un futbolista del primer equipo y en el mismo acuerdo se señalaba que la gratificación extraordinaria debía ser de 600.000 euros netos, cuyo pago debía hacerse efectivo en tres plazos: «150.000 euros netos mediante transferencia bancaria el 31 de agosto de 2008; 150.000 euros netros el 31 de diciembre de 2008 y 300.000 euros netos el 31 de julio de 2009». Ese desembolso neto de 600.000 euros, traducido en una retribución bruta tras la aplicación de la retención fiscal, se refleja en una suma de 1.052.631,59 euros. Según los administradores, el pago efectuado por Grande reúne todos los requisitos para que sea rescindible. Y por si fuera poco, la elevada plusvalía es calificada de mediocre teniendo en cuenta que el club ingresó por la venta de Güiza 9.182.793,41 euros en lugar de los 15.330.000 euros pactados.