La Challenge ha sido siempre la plataforma de lanzamiento para los jóvenes talentos mallorquines que han conseguido dar el salto al profesionalismo. Los Toni Colom, Vicenç Reynés o Lluís Mas, como casos más recientes, además de los pistards más brillantes que recuerdan la historia reciente del ciclismo balear, todos han encontrado en la prueba mallorquina un escaparate y una gran ocasión para presentarse ante el pelotón internacional.
Si el año pasado era Lluís Mas (Burgos Monumental) el que daba el gran salto, la familia crece en 2010 con una nueva adquisición en ruta y un talento del velódromo que gozará de kilómetros en la gran clásica del archipiélago. Marc Reynés y Albert Torres entran en la historia de nuestro ciclismo por la puerta grande, y cinco Trofeos exigentes les aguardan para demostrar que su presencia no es, ni mucho menos, fruto de la casualidad.
El pequeño de la saga Reynés recoge el testigo de su hermano mayor, Vicenç, que tras irrumpir en el profesionalismo de la mano del LA Pecol portugués y pasar por el Illes Balears (más tarde y actualmente Caisse d'Epagrne), se ha consolidado en el potente HTC Columbia. Ese modelo es el que quiere seguir el prometedor ciclista de Deià, que a sus 21 años da el salto de la mano del equipo checho PSK Whirpool Author, tras estar en Sub 23 con el Seguros Bilbao y el Burgos Monumental. Y además, tendrá la ocasión de lucirse en su pueblo natal.
Relevo
En Albert Torres, muchos ven al relevo generacional de los Joan Llaneras, Toni Tauler o Miquel Alzamora. El futuro de la pista pasa en buena medida por sus piernas, más con los avales que atesora el menorquín, primer ciclista de esa isla que correrá la Challenge en casi dos décadas de vida. Campeón de Europa júnior de persecución, mundialista absoluto y olímpico por unos días -se quedó fuera del equipo para los Juegos de Pekín unos días antes y por decisión técnica-, el corredor del CTEIB y ahora enrolado en el CEAR de ciclismo en pista liderado por Joan Llaneras también vivirá estos días sensaciones especiales sobre la bicicleta.
Marc y Albert son el futuro, y prolongan la tradición que ha hecho de la Challenge un vivero de los ídolos del presente del ciclismo balear, y algunos del nacional. Y tal vez, igual que hicieron Colom, Reynés o Llaneras, algún día ganen un Trofeo.