El Sevilla FC tiene hoy, en la vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey, la oportunidad de tumbar por primera vez en el último año y medio al FC Barcelona, el campeón de todo, que por primera vez desde la llegada de Pep Guardiola está obligado a remontar una eliminatoria. El equipo que dirige Manolo Jiménez amarró un esperanzador triunfo por 1-2 en la ida disputada hace una semana en el Camp Nou, pero ahora deberá refrendar esa ventaja en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, lo que sería una desagradable novedad para la 'todopoderosa' formación azulgrana, que no ha perdido una eliminatoria desde que inició de la campaña 2008-09.
No obstante, los sevillistas no la tienen todas consigo, pues su nivel ha bajado mucho en las últimas semanas, sobre todo como locales, ya que ante sus seguidores no han conseguido la victoria en sus últimas cuatro comparecencias ligueras, con dos empates -Málaga y Valladolid- y dos derrotas -Getafe y Racing-.
Bajas
El conjunto andaluz, además, sigue plagado de bajas, la última la del central francés Sebastien Squillaci, quien será operado de un tobillo y que se une a los lesionados por diversas circunstancias, como Sergio Sánchez, los argentinos Federico Fazio y Lautaro Acosta, el belga Tom De Mul o el brasileño Luis Fabiano.
Tampoco están a disposición de Jiménez el maliense Frederic Kanouté y el marfileño Didier Zokora, ambos con sus selecciones en la Copa de Africa, además del uruguayo Ernesto Chevantón, quien fue cedido al Atalanta italiano.
El entrenador sevillano no facilitará la lista de convocados hasta horas antes del choque, ya que tiene a varios jugadores que se recuperan de distintas dolencias, como el lateral francés Abdoulay Konko, el extremo argentino Diego Perotti, el lateral izquierdo Fernando Navarro o el extremo derecho Jesús Navas.
Sí están en disposición de participar el centrocampista argentino Aldo Duscher, éste después de cumplir una sanción en el pasado partido de liga, y el lateral izquierdo lituano Marius Stankevicius, recientemente contratado procedente del Sampdoria italiano. Para el Barça, el partido de mañana supone un nuevo reto. Por primera vez desde la llegada de Guardiola, los azulgrana están obligados a remontar una eliminatoria, después de la derrota sufrida hace unos días en el Camp Nou. Sin embargo, los catalanes llegarán repletos de moral después de sumar una extraña goleada en Tenerife, donde ganaron por 0-5, en un partido en el que los azulgrana pasaron muchos apuros durante la primera media hora. En Sevilla, el reto está planteado. Guardiola pondrá en juego a sus mejores hombres con la idea de darle la vuelta a una situación desfavorable, un escenario nuevo desde hace bastante tiempo en el equipo del Camp Nou. Para hoy miércoles, a demás de este encuentro, se disputarán cuatro partidos más y uno de los más atractivos será el que jugarán Deportivo y Valencia. El conjunto blanquiazul sale con una renta favorable de dos goles a uno. Para mañana se completan estos octavos de final con la disputa del Mallorca Rayo y del Atlético de Madrid-Recreativo de Huelva.