Efe|MADRID
La selección española mantiene el cartel de gran favorita del grupo H del Mundial de Sudáfrica 2010, donde el sorteo le deparó como rivales a Chile y Suiza, dos equipos que también gustan de desplegar un buen fútbol, y a la sorprendente Honduras, que se rebeló en la zona de la CONCACAF.
Número uno del ránking mundial de la FIFA, inmersa en una larga racha de victorias, la campeona de Europa es considerada por todos como una de las grandes aspirantes a hacer, por fin, algo grande en un Mundial y por qué no al título. El cuadro de Vicente del Bosque ha mantenido las grandes virtudes que, bajo la batuta de Aragonés, le coronó campeona continental en la Eurocopa de Austria y Suiza 2008 e incluso parece haber perfeccionado un estilo que se ha ido alimentado con nuevas incorporaciones que han encontrado su hueco sin alterar un ápice el bloque.
La única mancha se produjo con la derrota ante Estados Unidos en la semifinal de la Copa de las Confederaciones -acabó tercera en este torneo- fue un accidente, como se demostró a continuación, y es que España cerró su clasificación mundialista con pleno de victorias en el grupo previo.
El juego de toque que despliegan los denominados pequeñitos, liderados por los barcelonistas Xavi Hernández y Andrés Iniesta, está generando elogios constantes de todos los rincones del mundo, e incluso escuela. España tiene mimbres para salir airosa de un grupo H en el que tendrá rivales contra los que nunca ha perdido en la historia, aunque los problemas le pueden venir luego en el cruce de octavos, en el que, de pasar, se enfrentaría que los que accediesen del grupo G, Brasil, Corea del Norte, Costa de Marfil y Portugal.
El argentino Marcelo Bielsa ha devuelto a Chile al primer panorama universal. No estaba en un Mundial desde Francia'98. La roja sudamericana logró su clasificación con marcas históricas y al ser segunda tras Brasil. Los chilenos, que disputarán su octava cita mundialista -fueron terceros en 1962 cuando ejercieron de anfitriones-, han ido en progresión de la mano de Bielsa y de su buen gusto futbolístico, acompañado por cifras magníficas, sobre todo del goleador Humberto Suazo, máximo artillero de las eliminatorias, con diez dianas. Chile tiene argumentos y jugadores con experiencia en el fútbol internacional para pelear por la clasificación, teóricamente con España y Suiza, con Honduras ambiciosa pero de partida con menos opciones. En Francia'98 también superó la primera fase, y se topó luego con Brasil, algo que le podía volver a ocurrir en esta oportunidad.
Los helvéticos tienen también como argumento de base el buen fútbol, aunque en las últimas ocasiones que han disputado grandes citas los resultados no les han acompañado. En Estados Unidos'94 España cortó su inmaculada andadura en octavos, en Alemania'06 tras acabar como primer de grupo por delante de Francia fue Ucrania la que acabó con su sueño en los penaltis, y en su Eurocopa desarrolló un gris papel. Tras esto, los dirigentes optaron por contratar un técnico reputado y experto en altas citas y en obtención de títulos europeos como el germano Ottmar Hitzfeld, para relevar a Jakob Kuhn.
El ex entrenador de Borussia o Bayern aceptó el reto que era regenerar el bloque y dar entrada a la savia nueva que venía pegando fuerte debido al buen trabajo con la cantera, que ha tenido su fruto más brillante en el último Mundial sub'17 de Nigeria, en el que el conjunto helvético se proclamó campeón. Hitzfeld ha formado un equipo en el que hay mezcla de juventud y experiencia, y hombres de calidad que le ha dado el pase con solvencia, con seis victorias, tres empates y una derrota.
Honduras regresa a un Mundial casi treinta años después de acudir al de España'82, y lo hace de manera en cierto modo sorprendente, dejando fuera, por ejemplo, a Costa Rica, al ganar en el último partido como visitante a El Salvador, por 1-0. Los costarricenses igualaron a cero con Estados Unidos. Si hubieran ganado Honduras tendría que haber disputado la repesca contra Uruguay, pero todo le salió bien y el equipo que dirige el colombiano Reinaldo Rueda se presenta en Sudáfrica dispuesto a dar guerra.